Editorial Alaire

COMPAÑÍA


Nunca olvido a un compañero
ni permito que su espíritu me abandone.

Mi perro era grande y noble
y sobrevivía conmigo a los inviernos.
A las tardes, a menudo, íbamos al bosque,
subíamos al monte y le gustaba, como a mí,
compartir la soledad.
Recuerdo que aquel perro
y la soledad de la tarde
colmaban de paz mi corazón.

En mi pueblo el invierno
es negro y gris como una noche oscura, y largo,
más largo que la noche.

Mi perro ya no vive.
Pero los inviernos en mi pueblo siguen siendo
largos y oscuros como la noche.

Ya no subo al monte para ver cómo de pequeño
se hace un pueblo en el camino,
ni busco aquel pretexto
que me obligue a compartir la soledad.

Por eso, no sé si el rocío tiembla aún en el matorral
o si el sendero es húmedo y frío como entonces.
Sólo la costumbre y algunos libros
adormecen cada tarde
la nostalgia de mi corazón.

Frente a la ventana que se abre al Norte
la melancolía, a veces se derrama.
No quiero subir más al monte y sentir al bosque
y a la niebla juntos.
No quiero andar hacia lo lejos y dejar en el camino
rastros sin compañía.

Un perro es más grande que un pretexto.
Aquel perro era grande y noble,
y yo soy de aquellos hombres
que nunca olvida a un compañero
(por muy largos y oscuros
que sean los inviernos).




ef


A Zal. Mi perro.

Ay José Manuel, que hermoso homenaje a un amigo como pocos, tan noble e incondicional.
Tristeza por su partida, después de tantas alegrías.
Felicitaciones, hermoso tu poema.

Fuerza y ternura en tus versos, me encantaron.

Abrazos fuertes

Me encantó José Manuel, me recordó por instantes a la belleza poética de la narrativa de Platero y yo.

Un abrazo.

la poesía es la expresión escrita de las emociones

y en este poema expresas tu dolor de la forma más hermosa:

"Mi perro ya no vive.
Pero los inviernos en mi pueblo siguen siendo
largos y oscuros como la noche"

te aplaudo compañero, y te felicito por esa nueva luz en forma de libro que acabas de editar

.

José Manuel Sáiz escribió:COMPAÑÍA


Nunca olvido a un compañero
ni permito que su espíritu me abandone.

Mi perro era grande y noble
y sobrevivía conmigo a los inviernos.
A las tardes, a menudo, íbamos al bosque,
subíamos al monte y le gustaba, como a mí,
compartir la soledad.
Recuerdo que aquel perro
y la soledad de la tarde
colmaban de paz mi corazón.

En mi pueblo el invierno
es negro y gris como una noche oscura, y largo,
más largo que la noche.

Mi perro ya no vive.
Pero los inviernos en mi pueblo siguen siendo
largos y oscuros como la noche.

Ya no subo al monte para ver cómo de pequeño
se hace un pueblo en el camino,
ni busco aquel pretexto
que me obligue a compartir la soledad.

Por eso, no sé si el rocío tiembla aún en el matorral
o si el sendero es húmedo y frío como entonces.
Sólo la costumbre y algunos libros
adormecen cada tarde
la nostalgia de mi corazón.

Frente a la ventana que se abre al Norte
la melancolía, a veces se derrama.
No quiero subir más al monte y sentir al bosque
y a la niebla juntos.
No quiero andar hacia lo lejos y dejar en el camino
rastros sin compañía.

Un perro es más grande que un pretexto.
Aquel perro era grande y noble,
y yo soy de aquellos hombres
que nunca olvida a un compañero
(por muy largos y oscuros
que sean los inviernos).




ef


A Zal. Mi perro.

No es sòlo un poema en el que la afectividad se siente, quizàs o sin èl, porque cada quien lee desde su òptica personal desde lo que es, o ha experimentado, decìa, es un poema introspectivo, tierno, nostàlgico, y con vivencias que siendo ùnicas porque te pertenecen, pueden al mismo tiempo traspolarse a otros. Me encantò este poema Josè, un abrazo, Luna.-

José Manuel, un poema tierno como pocos. Me da tristeza, me hace pensar en mis perros que ya están grandes. Ahora, mientras te leo, miro a mi perra que duerme a mi lado y ... sé que me va a resultar difícil la vida sin ellos, son compañeros entrañables.
Me emocionaste. Mucho.

Besote.

Ternura y emotividad en tus letras, compañero. Un gusto su lectura.


Abrazo

JOse: Se nota la influencia del paisaje y el lugar donde vivies, un clima frio, mucha sencibilidad.
un abrazo

"Por eso, no sé si el rocío tiembla aún en el matorral
o si el sendero es húmedo y frío como entonces.
Sólo la costumbre y algunos libros
adormecen cada tarde
la nostalgia de mi corazón.

Frente a la ventana que se abre al Norte
la melancolía, a veces se derrama.
No quiero subir más al monte y sentir al bosque
y a la niebla juntos.
No quiero andar hacia lo lejos y dejar en el camino
rastros sin compañía."


Unos versos hermosos y plenos de amor y lealtad, querido José Manuel!

Un beso y un abrazo, amigo poeta.

Hallie

Daniela Miño escribió:Ay José Manuel, que hermoso homenaje a un amigo como pocos, tan noble e incondicional.
Tristeza por su partida, después de tantas alegrías.
Felicitaciones, hermoso tu poema.

Gracias Daniela. Hay compañías que nunca nos dejan.
Gracias denuevo por tus palabras. te mando un fuerte abrazo.
J. manuel

Joan Port escribió:Fuerza y ternura en tus versos, me encantaron.

Abrazos fuertes

Gracias Joan. Ojalá no perdamos nunca la ternura.
Un abrazo muy fuerte, amigo.
J. manuel

Israel Liñán escribió:Me encantó José Manuel, me recordó por instantes a la belleza poética de la narrativa de Platero y yo.

Un abrazo.

Uffff... imagino que salvando todas las distancias!!. Hace mucho que leí Platero y yo, tengo que reconocer que ya no me acuerdo de casi nada... pero me has dado un buen motivo para retomar esa lectura. Graciasamigo.
Un abrazo.
J. manuel

... José Manuel, tengo el honor de sabe algo acerca de esas cosas, por lo que puedo comprender tu poema, el cual refleja - creo yo - con exactitud ese inmenso vacío que se pronto se abre y de pronto se extraña y resulta irremediable; y ello aunque los inviernos sigan siendo más largos que la noche y uno jamás olvide a un amigo; ha sido un placer, Orión