Editorial Alaire

José Manuel Sáiz escribió:Excelente y justo el reconocimiento de este magnífico poema. Vaya mi admiración junto a un abrazo. Comparto los comentarios tan favorables que has recibido.
Un abrazo.
J. Manuel

Ana Prado escribió:Jóse, eres el más grande. Sólo se me ocurre ésto, y aún son las 7.00h a.m. Te quiero. Un beso. Yo también pertenezco a esa vieja casa.

Óscar Distéfano escribió:Tu poema destila, además de un perdurable amor,
la sagrada reminiscencia de la vida que se vuelve
impronta en el alma. La delicada arquitectura del
lenguaje acompaña fielmente el sentir poético.

Es un muy bello poema, estimado.
Un abrazo.
Óscar

Raúl Pozo Madrid escribió:

J. J. M. Ferreiro escribió:A mi hermana

Nos tocamos el humo de las manos,
y se endurece en un obelisco del gesto.

Está claro que juntos pisaremos los astros de la acera,
esa luz que se aleja hundiéndose en los charcos.
Está claro que la memoria es nuestra,
y son nuestros los destinos contrariados,
pero también variados tránsitos razonablemente felices.

La vieja casa nos espera abierta sobre una mirada reciente
―es ella quien nos mira;
nosotros somos su espontánea trascendencia.
Su efímera memoria, quizá no transmisible.

No espero algún tesoro de los cuerpos que fueron.
Pero acuérdate,
nuestros nombres serán la luz que desde aquí siempre fue nuestra.
Serán el mar con la sangre que lo conduce a través de sus reverberaciones.

Sí, desde aquí seremos nosotros mismos,
con una insistencia sonámbula.

Coincido con los versos que ha escogido Alejandra, creo que además de ser la síntesis del poema, son los más bellos.

Un gusto pasarme. Un abrazo grande.

carmen iglesia escribió:La sencillez lo hace enormemente bello... Me ha encantado.

Un placer,

Carmen

Tristitia Marisol escribió:

J. J. M. Ferreiro escribió:

La vieja casa nos espera abierta sobre una mirada reciente.
Es ella quien nos mira.
Nosotros somos su espontánea trascendencia.
Su efímera memoria, quizá no transmisible.

Las casas, aún viejas, tienen un valor que va más allá del monetario porque se llevan una parte de nuestra esencia cuando las habitamos.
Me ha gustado mucho ésta propuesta de darle vida a los objetos.
Un poema muy humano diría.
Un placer.

Óscar Bartolomé Poy escribió:

J. J. M. Ferreiro escribió: Coincido con mi amiga Marisol en destacar la estrofa en la que hablas de la memoria de la casa, que almacena tantos recuerdos de nuestro paso por ella. Me ha gustado, por su sensibilidad, eso de que "somos su espontánea trascedencia". Los cuatro primeros versos también son destacables, por su vuelo poético.

Saludos, J. J. M. Ferreiro.

Jerónimo Muñoz escribió:Paco Lobo, en su segundo mensaje, me ha quitado algunas palabras de la boca, aunque yo nunca haya criticado las "metáforas imposibles", esas imágenes totalmente irracionales,visionarias, que diría C. Bousoño, pero no construidas de cualquier manera. Tú siempre has sido un maestro para esas metáforas. Porque son honestas, son fruto de un proceso mental en el que, partiendo de lo directo (A), pasas en silencio por b1, b2, etc. y llegas a C, que es lo que escribes, estando siempre A, b1, b2... y C relacionados. A veces, incluso explicitas el proceso:

los charcos en los que se refleja la luz >>> parecen estrellas >>> astros de la acera
A b1 C

Otra cosa es la que nos traen muchos surrealistas "a la moderna" (digamos), que se contentan con que A y C, juntas, formen un absurdo, un contrasentido.

Yo, desde mis cortas facultades, no puedo más que animarte a que, armado del valor necesario para ello, sigas escribiendo de este modo singular.

Un abrazo.