Cuando suena un adagio
Publicado: Dom, 24 Ene 2010 11:46
A piacere
¿Has oído los acordes del silencio?
¿Cómo brota el sonido desde el aire?
¿Cómo incendia una nota los páramos del sueño
cuando escala el misterio su epicentro
hasta el tiempo que no tiembla en su temor,
que despacio, muy despacio, avanza hacia lo eterno?
A capriccio
Apenas hay luz en su sombra naciente.
Y duerme el resplandor en los sones desnudos
que pregonan placeres y caricias
en su muda grandeza orquestal
Ad líbitum
La soledad y el tiempo, acaso se abrazan
donde existe el secreto del sonido,
abriendo los resquicios musicales
que celebran a escondidas su futuro
de remanso febril
A tempo
Cabalga callado el ritmo del silencio,
y una nota sucede a otra que se muere,
para volver a nacer en espiral fecunda,
simulando el enigma del rumor de la vida
que crece en sus entrañas
Larghíssimo
Y mi alma recorre todo aquello
que mi oído no atrapa.
Allí, dónde la distancia no alcanza a medir la intensidad
que el dios de todos los motivos mece
cuando suena un adagio.
Manuel M. Barcia
¿Has oído los acordes del silencio?
¿Cómo brota el sonido desde el aire?
¿Cómo incendia una nota los páramos del sueño
cuando escala el misterio su epicentro
hasta el tiempo que no tiembla en su temor,
que despacio, muy despacio, avanza hacia lo eterno?
A capriccio
Apenas hay luz en su sombra naciente.
Y duerme el resplandor en los sones desnudos
que pregonan placeres y caricias
en su muda grandeza orquestal
Ad líbitum
La soledad y el tiempo, acaso se abrazan
donde existe el secreto del sonido,
abriendo los resquicios musicales
que celebran a escondidas su futuro
de remanso febril
A tempo
Cabalga callado el ritmo del silencio,
y una nota sucede a otra que se muere,
para volver a nacer en espiral fecunda,
simulando el enigma del rumor de la vida
que crece en sus entrañas
Larghíssimo
Y mi alma recorre todo aquello
que mi oído no atrapa.
Allí, dónde la distancia no alcanza a medir la intensidad
que el dios de todos los motivos mece
cuando suena un adagio.
Manuel M. Barcia