Editorial Alaire

Hay un rostro que enternece
da vida, alivia los males
que en mi corazón se anidan.
Es tu rostro maduro de miel
y girasoles, es tu rostro de surcos...
Hay un rostro anidado en mis ojos
y su reflejo en una lágrima furtiva.
Hay un rostro que en mis labios se pronuncia
un dueño de este corazón que palpita a escondidas.
Hay un te quiero guardado entre mis manos
un tibio rostro que toco con el alma
las veces que recostada cierro mis ventanas de ilusiones
maduras...
hay una voz que no ha susurrado
un rostro besado en sueños de oropel...
Hay una ventisca de ternura que te dibuja
en cada instante en que abrazas sin saber,mi vida...

Antonietta Valentina
2010

Cuánta emoción y dulzura en tus versos, Antonieta!

Felicitaciones y cariños.

Hallie

Antonietta Valentina,

Gusto de leer tu poesía

por aquí, linda amiga

Un abrazo fuerte

Cuánta emoción y dulzura en tus versos, Antonieta!

Felicitaciones y cariños.

Hallie

Gracias hallie por visitarme, un abrazo

Hermoso y emotivo poema, Antonietta.
Hay mucha dulzura en estos versos que realmente conmueven.
En cuanto a su ejecución, yo evitaría esa asonancia tan cercana:

Hay un rostro anidado en mis pupilas
y su reflejo en una lágrima furtiva.

Quizás en vez de "pupila", "ojos", le iría bien.
Pero es sólo mi opinión, las asonancias no las tengo demasiado en cuenta, a no ser que estén tan a la vista.
Un placer leerte, amiga mía.
Abrazos.
Mario.

Precioso, Antonietta



un abrazo desde acá cerquita



AlondraS

Mario, gracias por la sugerencia, voy a estudiarla.
Un abrazo