Editorial Alaire

Abatió sus palabras con silencio
y dejó que murieran mientras ella
enfundaba su voz sin municiones
en el cinto maltrecho del orgullo.
Se cruzaron sus ojos y un instante
de eternidad casual estremecida
pareció vislumbrarse emocionado
en minúsculo atisbo de esperanza.

Pero fue una ilusión, un espejismo
de ternura sin fe que la memoria
atrapada en su red de frustraciones
intentó recordar sin conseguirlo.

Pues no hubo nada más, él nuevamente
concentró su atención en la pantalla
donde el mundo pendía del acierto
caprichoso y pueril de una pelota,
y ella buscó refugio en su ganchillo
huyendo de la gris monotonía
mientras de nuevo un muro de vacío
se alzaba entre los dos, y como siempre,
se expandía cual cáncer la rutina.




Mario

Un tema espinoso este de la rutina. Todos la detestamos y sin embargo, caemos en ella con demasiada.... rutina.
Es una forma de defenderse del sobresalto, da seguridad saber lo que toca. Ocurre que puede llegar a axfisiar.
Curiosamente voy a colgar un poema con un tema similar, ya me dirás qué te parece.

Un abrazo nada rutinario (al menos se intenta).

Real como la vida misma tu poema. Así muere muchas veces el amor, bajo el tedio o la rutina. Nos lo has contado con tu maestría habitual. Un abrazo.

Cierto, muy cierto lo que dicen tus versos, querido amigo Mario. Ese microcosmos que recreas se podría extrapolar a cualquier otra circunstancia, pero sería la misma cosa: un vacío secular entre dos personas que no se encuentran, no pueden hallar el punto donde ligar lo que quieren con lo que tienen.
En fin, ha sido un placer leerte tan verídicos y hermosos endecas. Felicidades.
Un fuerte abrazo.

Saludos, un gusto siempre leerte.

Mario

Esa manera de sacar poesía de temas que están ahi presentes y los vivimos dia a dia es una de las caracteristicas que me agradan tanto de tu manera de escribir. De alguna manera me hace recordar a un cantante chileno, Fernando Ubiergo, que escribe sus canciones de una manera igual de magistral (Los ojos de Rodrigo (no te vayas) es un muy buen ejemplo por si tienes oportunidad de escucharle)

Te felicito por tu talento, amigo, y te agradezco por compartirlo con nosotros


Saludos

Javier

Me ha gustado mucho esta semblanza de la rutina! Sin embargo esa predecible monotonía tiene algo de confiable y seguro. Hace muchísimo tiempo un paciente terminal (que estaba por pocas horas a mi cuidado) me confesó que habría dado cualquier cosa por preparar ese día el café de la mañana, extender como en los últimos veinte años un mantel sobre la mesa, colocar las tazas y llamar a su esposa para compartir unas galletas de miel...

Tu poema es dulce y muy armonioso, Mario. El ganchillo y el fútbol son mundos que pueden existir en paralelo!

Un abrazo fuerte y enhorabuena!!!!!

Hallie

Mario.
me ha gustado muchísimo como has expresado ese sentimiento de rutina que acaba con todo y contra el que es tan difícil pelear. La rutina es casi la antítesis de la poesía. Has sabido recrear ese ambiente hogareño de matrimonio metido en años.
Saludos.

Qué bien refleja el poema la monotonía de los días, donde al final cada uno se refugia en su quehacer. Perfecto
Un placer leer tus versos.
Abrazos
Pilar

Nuestros mundos sin posible intersección. Cuando te das cuenta que las esferas se van separando un sentimiento de pesar me uninda el alma.

Muy buena tu interpretación y cómo la plasmaste en versos.

san armilo b.

Gracias Ignacio.
Quizá me reflejé a mi mismo en algunas ocasiones, pero no es malo el saberlo para poder remediarlo. Me alegra que te gustase. Un abrazo nada rutinario.
Mario.

Gracias Ramón, me alegra saber que te gustó. Un fuerte abrazo, amigo mío.
Mario.

Gracias Rafel.

un vacío secular entre dos personas que no se encuentran, no pueden hallar el punto donde ligar lo que quieren con lo que tienen.

Quizá me inspiré en mi mismo en algunas ocasiones, como ya le comenté al amigo Ignacio, pero quizá podría ser extrapolado a cualquiera de nosotros, hombre o mujer (mejor, hombre y mujer),
Me alegra que te gustase, amigo mío. Un fuerte abrazo hasta Palma.
Mario.

Esa cotidianidad de la vida en común a partir de perspectiva y preferencias que se dan la espalda, distancia más dos islas separadas que todo un océano tormentoso e infranquable.

Un abrazo

Gracias Rolando, me alegra que te gustase. Un abrazo.
Mario.