Editorial Alaire

No importa dónde esté, no importa dónde.
Ni tú me buscarás ni yo pretendo
ser de mi propia historia fugitivo.
Pero si alguna vez me necesitas,
sabrás hallar, lo sé, el sitio exacto
donde encontrar de nuevo, sin reproches,
la misma fe que un día repudiaste.

Porque yo fui tu dios, tu Norte y guía,
respuesta a tus plegarias, sacro cáliz
que recogió la sangre de tus lágrimas.
Te refugiaste en mí huyendo de alguien
a quien dijiste amar, pero que había
maltratado sin duelo cada instante
de una vida en común atormentada.
Mi seno te acogió, la diosa fuiste
de este cielo de fe, respeto y gozo
que construí por ti cada mañana.

De nada te faltó, tuviste todo
cuanto puede ofrecer un dios terreno
sin dejarlo de ser mientras se entrega.
Una vida feliz, sin sobresaltos,
sin ingratas carencias, sin temores,
sin margen al error y sin fisuras
en un amor constante y repetido.
Pero no te bastó. Pues regresaste
a los brazos de aquél de quien huías
dejando mis creencias y valores
temblando ante el vacío de la nada.

Hoy pienso que quizá no demandaste
la perfección de un dios que te atendiera,
porque el amor humano no es perfecto
y es posible que un hombre te bastara.




Mario.

Mario gran pomea nos dejas cuyo mensaje me llega con una profunda e intensa espiritualidad. Lo disfruté leyendo

saludos

raf

Tu palabra sabe deslizarse como pocas, Mario, abre y cierra filas con la sabiduría de la idea.
Un amor-desamor capaz de reabrir heridas, una ida y vuelta tan realista como la propia vida.

El desarrollo que aplicas en cada uno de tus poemas es digno de estudiarse.

Un abrazo, amigo.

Luis Oroz.

Me dejas con un sabor agridulce, por un lado el desamor y por otro la entrega absoluta.
Un placer leer tus versos hermosos.
Abrazos
Pilar

Es muy conmovedor este poema, Mario, y deja, como ya lo ha dicho Pilar, un sabor agridulce. Ha sido un verdadero placer leerte.

Besos y felicitaciones.

Las preguntas y respuestas íntimas que atenazan muchas veces nuestro tronco humano y que, como el viento, lo zarandean y doblan, haciéndole gemir. Me ha gustado, Mario.

Abrazos

javier

Gracias, Rafael.
Me alegra que el poema te haya gustado, amigo mío. Un abrazo.
Mario.

Entre el amor y el desamor desfilan estos versos escritos con la sabiduría que te caracteriza. También a mi me ha dejado un sabor agridulce el poema. Enhorabuena y un abrazo.

un saludo entrañable
feliz 2010 querido poeta, amigo

.

El desarrollo que aplicas en cada uno de tus poemas es digno de estudiarse.


Gracias, Luis.
Es una manera de contar vivencias, aunque no siempre sean mías.
Me alegra que te haya gustado el poema, amigo mío, que tengas un feliz y poético 2010.
Mario.

Gracias Pilar, amiga mía, me alegra que te haya gustado.
Abrazos.
Mario.

Gracias Aubriel.
Me alegra saber que te gustó el poema, amiga mía. Un abrazo.
Mario.

Son versos entregados desde arriba, un suspiro de dios en pulmones humanos que llevan desaliento y agonía... al hombre que bastaba.

Un ritmo cadencial extraordinario, Mario, un disfrute de lectura de principio a fin.

Me ha encantado

Un abrazo
Manuel

Mario Martínez escribió: De nada te faltó, tuviste todo
cuanto puede ofrecer un dios terreno
sin dejarlo de ser mientras se entrega.
Una vida feliz, sin sobresaltos,
sin ingratas carencias, sin temores,
sin margen al error y sin fisuras
en un amor constante y repetido.
Pero no te bastó. Pues regresaste
a los brazos de aquél de quien huías
dejando mis creencias y valores
temblando ante el vacío de la nada.

Hoy pienso que quizá no demandaste
la perfección de un dios que te atendiera,
porque el amor humano no es perfecto
y es posible que un hombre te bastara.




Mario.

La contundencia del verso de cierre resulta clarificadora y, aparte de la queja, deja las cosas en su sitio para este amor que no se merece una tan alta dedicación y pasión. ¿Quién perdió más? Muy buen poema, amigo Mario, como de costumbre en ti, siempre muy bien contado y con la cadencia y ritmo bien trabajados. Siempre haces que lo difícil parezca fácil. Enhorabuena.
Salud.

Gracias Diego, amigo mío, me alegra saber que el poema te gustó. Un fuerte abrazo.
Mario.