Editorial Alaire

Sucedió que la memoria llegó pisando fuerte
como viento del norte.
Era Verano.
Fue perfecta la luz
fue perfecta la mentira de las calles.
Como niño no dejaba de saltar
jugaba al escondite con los ojos,
la luna no mostraba sus deseos
y él fundía la sonrisa en los cristales.
Me regaló la claridad del día
pero no detalló el sabor de la noche
el amargo dolor de las hojas en invierno.
Esa imagen viajó rumbo al presente
y la retengo ahora
y la fijo en mi piel
y la sello con sangre de mi sangre.
Un refugio perfecto
en un tiempo imperfecto.

Amiga aiqua, un emotivo y melancólico despertar en este presente con el recuerdo de un verano perfecto, lleno de ilusión junto a esa persona que saltó, vibró contigo. Eso es lo que queda cuando gozamos de la felicidad: la melancolía y el recuerdo.

Me gustó mucho.

besos

una preciosidad, Aigua! Se asimila muy pronto esa intensa declaración de significados y emociones.

Enhorabuena y muchosss aplausoss!

Un abrazo fuerte también,

Hallie

Es cierto, pero cuando aparecen sin pretenderlo y se ajusta al instante, adquieren otra magia, no crees?. Gracias por tu comentario. Un abrazo Pio.

Me alegra saber de tu impresión. Gracias Hallie. Un abrazo.

Hermosa descripción de ese recuerdo, un verano de luz
Abrazos
Pilar

Gracias Pilar. A veces hay recuerdos que se escapan y de repente asaltan como exigiendo el lugar que no tuvieron, y lo consiguen. Un abrazo.

Hermoso poema, Aigua... Me alegra mucho no habérmelo perdido.

Un abrazo,

Carmen

Gracias Pilar, aquí seguimos resistiendo el frío... Un abrazo.

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Algunos recuerdos/imágenes, funcionan como un bumerán. Bravo, poeta!

Besos - Iben



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Gracias Iben por pasar y opinar este poema. Abrazos