Editorial Alaire

Es tiempo de alfileres y de pájaros,
la mansa hora del pan,
la estación de las piedras cosidas a la espalda.

Y aquí estamos de nuevo, mirando a las paredes,
mudos como los libros ya leídos,
escondiendo la gloria detrás de los zapatos,

abandonados a la suerte de los perros sin casa.

Pero aún puedes salvarme,
pintar jarrones en mi sombra,
arrancar de mis pies estas sandalias,
pronunciarme desnuda -o al menos habitarme-,

como si este momento no existiera,
-ni existieran los barcos de papel-,

ni yo fuese un hogar al que le sobran puertas.

Me gusta mucho el principìo, me viene a la mente la idea del poema como una piedra que se lanza y que llega muy lejos. Te has especializado en estos poemas cortos y llenos de magia, muy equilibrados.

Un abrazo y feliz año,

Esteban

¡Pues claro que aún es tiempo de salvarse, faltaría más! La soledad no es una condición, sólo una circunstancia. Es tiempo de cambios y se llenarán las puertas y las paredes serán locuaces. Eres demasiado joven para estar triste.
En cuanto a la calidad del poema, pues ya sabes cómo me gusta tu escritura, así que no hay mucho más que decir.

Un beso grande con mis mejores deseos para este año nuevo.

Mantienes tu línea con tu inconfundible estilo en un poema precioso.
Sigue con las puertas abiertas porque este año entrará una luz cegadora. Es mi deseo
Abrazos
Pilar

ni yo fuese un hogar al que le sobran puertas

que cuestion si fueras un hogar con puertas
un abrazo
javier

Es tiempo de alfileres y de pájaros,
la mansa hora del pan,
la estación de las piedras cosidas a la espalda.

Es fantástico volver a leerte, Carmen. Siempre espero una entrega tuya y nunca defraudas. Escribes poesía en estado puro. Un beso.

CARMEN IGLESIA: Tu poema nos da el calor que nos quita esta estación del frío: vemos cómo late la carne frente a las cosas que la rodean. Me ha encantado. Un beso y feliz año.

Es tiempo de alfileres y de pájaros,
la mansa hora del pan,
la estación de las piedras cosidas a la espalda.

Y aquí estamos de nuevo, mirando a las paredes,
mudos como los libros ya leídos,
escondiendo la gloria detrás de los zapatos,

abandonados a la suerte de los perros sin casa.

Pero aún puedes salvarme,
pintar jarrones en mi sombra,
arrancar de mis pies estas sandalias,
pronunciarme desnuda -o al menos habitarme-,

como si este momento no existiera,
-ni existieran los barcos de papel-,

ni yo fuese un hogar al que le sobran puertas.

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Pero existe el verano. Es una casa con las puertas justas, el hogar de los libros que nunca se terminan, la flor de la miga en el ámbito de la harina candeal. Porque hay barcos de papel que navegan los albores de los mares antiguos. Y conservar las sandalias no significa andar desnuda en la pronunciación de la palabra piedra, para siempre.
Ha sido un placer leerte. Feliz año, querida amiga Carmen.
Un fuerte abrazo.

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Y aquí estamos de nuevo, mirando a las paredes,
mudos como los libros ya leídos,
escondiendo la gloria detrás de los zapatos,


Vaya POEMAZO para empezar 2010. Bravo, poeta!

Besos - Iben

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Esteban Granado escribió:Me gusta mucho el principìo, me viene a la mente la idea del poema como una piedra que se lanza y que llega muy lejos. Te has especializado en estos poemas cortos y llenos de magia, muy equilibrados.

Un abrazo y feliz año,

Esteban

Gracias por llegar temprano, Esteban... Me alegra mucho si te gustó. La verdad es que no es que me haya especializado, es que es la manera de escribir que más se adecua a mí, o eso creo... Digamos que intento serme fiel.

Te deseo lo mejor para este año que comienza.

Un abrazo,

Carmen

Todo el poema me gusta, pero desde luego las dos primeras estrofas son maravillosas. Enhorabuena Carmen.

Un abrazo.

Ignacio Fajardo escribió:¡Pues claro que aún es tiempo de salvarse, faltaría más! La soledad no es una condición, sólo una circunstancia. Es tiempo de cambios y se llenarán las puertas y las paredes serán locuaces. Eres demasiado joven para estar triste.
En cuanto a la calidad del poema, pues ya sabes cómo me gusta tu escritura, así que no hay mucho más que decir.

Un beso grande con mis mejores deseos para este año nuevo.

La tristeza nada tiene que ver con la edad, estoy segura de que tú lo sabes... Pero, además, no soy nada triste, creo que se me nota, je... Agradezco mucho que estés, Ignacio, y yo también te deseo lo mejor para este año que acaba de empezar.

Un beso,

Carmen

Hola Carmen.
No es un poema triste, quizá sí, teñido de nostalgia, pero esperanzado y bello.
Como siempre un placer encontrarme con tus versos, amiga mía.
Un abrazo.
Mario.

Carmen

"De aquel hogar" me ha gustado todo pero
especialmente una frase que le da al asunto
una dimensión surrealista muy sugerente:

"ni yo fuese un hogar al que le sobran puertas"

Un potente abrazo: J u l i o .

Tu hogar –tú- está poblado de magia y de nada sirve ese atisbo de desolación porque hay en todo el poema una euforia íntima que crece a medida que se avanza por su lectura: el de la espléndida poesía que atesoras, Carmen, y que se traduce en fecundidades inauditas, aquí y allá, donde quiera que proclamas que existes y que escribes y nos amas a tu manera regalándonos lo mejor de ti: tus versos.
Escribiría tal vez mucho más pero a veces una brizna de silencio pausado es mejor que todas las voces juntas, ese silencio necesario para leer y volver a leer en poema, que tanto se lo merece y que tan bien nos deja.
Un gran poema y me quedo corto.

Un beso.