Son las once y cuarto
Publicado: Dom, 03 Ene 2010 23:40
Son las once y cuarto,
la hora nocturna pasada por agua y frío de enero.
Es el momento del descanso,
de la soledad mental e imaginaria leyenda,
el instante idóneo para dejar volar la imaginación,
para relajar cualquier indicio de presión
y soltar el lastre del estrés cotidiano.
Son las once y cuarto,
el reloj invita a realizar el balance del día,
a intentar nivelar la balanza hacia el lado correcto,
barajar los naipes con manos de ganador,
evitando el juego sucio y las apuestas equivocadas.
Quedo en silencio,
recostado contra el respaldo del sillón,
con una copa desangelada
y la ceniza agonizante de un pitillo.
Tal vez, no sea más que un día,
más que unos puntos suspensivos en la vida,
algún signo de admiración,
algunos de puntuación,
y un punto y final
que deja encarcelados dos signos de interrogación.
Y ello, día tras día.
Son las once y cuarenta
y sigo sin cuadrar el balance,
como cada día.
la hora nocturna pasada por agua y frío de enero.
Es el momento del descanso,
de la soledad mental e imaginaria leyenda,
el instante idóneo para dejar volar la imaginación,
para relajar cualquier indicio de presión
y soltar el lastre del estrés cotidiano.
Son las once y cuarto,
el reloj invita a realizar el balance del día,
a intentar nivelar la balanza hacia el lado correcto,
barajar los naipes con manos de ganador,
evitando el juego sucio y las apuestas equivocadas.
Quedo en silencio,
recostado contra el respaldo del sillón,
con una copa desangelada
y la ceniza agonizante de un pitillo.
Tal vez, no sea más que un día,
más que unos puntos suspensivos en la vida,
algún signo de admiración,
algunos de puntuación,
y un punto y final
que deja encarcelados dos signos de interrogación.
Y ello, día tras día.
Son las once y cuarenta
y sigo sin cuadrar el balance,
como cada día.