Editorial Alaire

Pilar Iglesias de la Torr escribió:mi querido Iben

me encantó esa propuesta tuya de los multiuniversos!!!!

En ciertas cavidades moran los resquicios,
de la escultura inacabada del destino,
un túnel mueve los tiempos que navegan,
en cauces subterráneos ocultos al amor.


un besazo..........Pilar

Víctor Luis escribió:.



Es una verdadera maravilla, Iben.

Has llegado a una maestría envidiable.
Mi placer es el de poder disfrutar de tus letras.

Un saludo..

Lourdes Spin escribió:*


Encuentro desgarrador este poema, la primera estrofa donde los murciélagos son los ûnicos que escuchan los ecos de las palabras. Los resquicios en la segunda estrofa, esa abertura donde se pierde el destino, o la ocasiôn que nos da el tiempo en los caminos ocultos del amor. Quizâs no me he expresado, no es mi manera de decir las cosas, pero no dejo de tener curiosidad y admiraciôn al querer volar hasta tus pensamientos y poder atrapar en el aire lo que percibes. Es interesante.

Saludos cordiales, Iben,

Spin

Ricardo Serna G escribió:Iben Xavier Lorenzana,

Magnífico poema...
se siente la calidad de tu pluma..

te felicito

un abrazo fuerte, querido amigo

Muchisimas gracias por tu lectura, amigo y maestro Ricardo. No olvides que son solo garabatos

femmeble escribió:Querido Iben:

Allí donde se pierden las palabras, es donde más hay que buscarlas. Prestar oídos al ruido apagado de debajo de la historia, ese obstinado murmullo de un lenguaje que parece hablas más bien por sí mismo, sin sujeto, sin interlocutor, acurrucado en sí mismo, con un gran nudo en la garganta; aunque tenga como destino caer sin aspavientos en el silencio del que nunca se había separado.

Las palabras hay que buscarlas para que suenen.

Saludos.
Amparo.

Es muy cierto lo que afirmas querida Amparo. Mis palabras ---las que me llegan de repente y las escribo o tal vez, transcribo---, vienen con la brisa del mar que entra por mi terraza aqui en un piso alto desde donde se observa de un lado el mar y del otro una laguna que tiene al fondo una colina donde en la cima se encuentra El Cristo del Corcovado, aqui en Rio de Janeiro. A veces las encuentro en la arena de la playa donde camino casi todos los dias. El mar por cierto es un gran amigo con quien platico frecuentemente. Pero en fin, la cosa es que las palabras me llegan bastante desorganizadas... Gracias por tu lectura.

Pilar Iglesias de la Torr escribió:cierto, Iben

la trazabilidad del pasado deja un rastro indeleble, por mucho que ocurran los milenios

un besazo.........Pilar