Queridos Reyes Magos: (A Concha Vidal)
Publicado: Lun, 28 Dic 2009 20:55
Este poema lo escribí hace muchos, muchos años, y seguramente se le noten.
Está escrito en pareados y en él quise plasmar la inocente mirada de un niño.
Se lo dedico a Concha porque intenta tener ese estilo tierno y dulce que ella sabe dar a sus poemas, aunque naturalmente sin llegar a su altura.
Que os guste.
Queridos Reyes magos:
Después de ver la tele, una carta os escribo,
qué bien si me dejaseis acuse de recibo.
Soy ya mayor, pues tengo cumplidos los seis años
y he de pediros algo, aunque os resulte extraño.
Ya tendréis mi otra carta, pero anularla quiero.
¡No me traigáis juguetes el día seis de Enero!
No me traigáis la bici, ni el héroe que vuela,
ni el chándal de mi equipo, ni la consola nueva.
Que miro las noticias que del mundo nos llegan
y nunca veo niños que ríen o que juegan.
Cargarlos esa noche sobre los dromedarios
y dádselo a los niños de los telediarios.
Negritos y amarillos que nuestra ayuda imploran,
que miran nuestras mesas y que por eso lloran.
Esos que no han comido porque no tienen nada,
y tienen la tripilla los pobres tan hinchada.
Dadles mis mazapanes, turrones y regalos,
y no tengáis en cuenta si fueron algo malos.
A los que se han quedado sin techo y sin cobijo,
cuando el viento y la lluvia sus países maldijo.
A esos que siempre salen tan pobres de vestido
les dejáis los zapatos que mamá me ha pedido.
Ya sé que será poco, porque son muchos niños,
y algunos se han quedado sin padres ni cariño.
Pero como sois Magos, y como magos, listos,
aumentaréis las cosas, que en la tele lo he visto.
Buscadlos esa noche, a todos, que no hay prisa,
y poned en sus labios una bella sonrisa.
No os olvidéis de aquellos a los que por juguetes,
les mandan a sus casas misiles y cohetes.
Y al jefe americano, que se inventa la guerra
y piensa que es el Bueno, el Amo de la Tierra,
lo dejáis sin poderes, como a un niño cualquiera,
y a la Casa que habita ni aún el carbón siquiera.
Si hacéis lo que os he pedido, seré bueno y obediente.
Mi nombre viene en el sobre, queridos Magos de Oriente.
Mario.
Está escrito en pareados y en él quise plasmar la inocente mirada de un niño.
Se lo dedico a Concha porque intenta tener ese estilo tierno y dulce que ella sabe dar a sus poemas, aunque naturalmente sin llegar a su altura.
Que os guste.
Queridos Reyes magos:
Después de ver la tele, una carta os escribo,
qué bien si me dejaseis acuse de recibo.
Soy ya mayor, pues tengo cumplidos los seis años
y he de pediros algo, aunque os resulte extraño.
Ya tendréis mi otra carta, pero anularla quiero.
¡No me traigáis juguetes el día seis de Enero!
No me traigáis la bici, ni el héroe que vuela,
ni el chándal de mi equipo, ni la consola nueva.
Que miro las noticias que del mundo nos llegan
y nunca veo niños que ríen o que juegan.
Cargarlos esa noche sobre los dromedarios
y dádselo a los niños de los telediarios.
Negritos y amarillos que nuestra ayuda imploran,
que miran nuestras mesas y que por eso lloran.
Esos que no han comido porque no tienen nada,
y tienen la tripilla los pobres tan hinchada.
Dadles mis mazapanes, turrones y regalos,
y no tengáis en cuenta si fueron algo malos.
A los que se han quedado sin techo y sin cobijo,
cuando el viento y la lluvia sus países maldijo.
A esos que siempre salen tan pobres de vestido
les dejáis los zapatos que mamá me ha pedido.
Ya sé que será poco, porque son muchos niños,
y algunos se han quedado sin padres ni cariño.
Pero como sois Magos, y como magos, listos,
aumentaréis las cosas, que en la tele lo he visto.
Buscadlos esa noche, a todos, que no hay prisa,
y poned en sus labios una bella sonrisa.
No os olvidéis de aquellos a los que por juguetes,
les mandan a sus casas misiles y cohetes.
Y al jefe americano, que se inventa la guerra
y piensa que es el Bueno, el Amo de la Tierra,
lo dejáis sin poderes, como a un niño cualquiera,
y a la Casa que habita ni aún el carbón siquiera.
Si hacéis lo que os he pedido, seré bueno y obediente.
Mi nombre viene en el sobre, queridos Magos de Oriente.
Mario.