Editorial Alaire

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Al cabo de todo, el invierno tiembla y termina
por parecerse al óxido en el que se está convirtiendo
su esqueleto, una nada de cadena hueca como de caña
y de noches que prueban su filo en las esquinas.
Nadie sabe de la sed de amapolas que revienta
bajo la tierra, ni de la vida acuática que silencia el río
al que hoy persiguen extraños camalotes.
Pero todos sabemos de la variedad de los metales,
de la perfección de las escuadras que miden
la capacidad de los bosques para determinados árboles,
y de cómo las cigüeñas nos acompañan desde hace
varios inviernos, sin saber la diferencia que existe
entre una zona protegida y un teatro de marionetas.
Saldremos sin hacer ruido y con los ojos cerrados,
porque esta debe de ser la única forma de imaginar
cien hojas de abedul acariciándonos la espalda,
o veinte nudos bajo el cauce y sobre las piedras
creando rumores de agua al pie de un sueño.
Saldremos apretando los ojos y las manos, entre ellas
un estruendo de frío envuelto en nubes y otra muerte,
para guardar en la memoria.
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Hola Carmen

Cosas para guardar en la memoria, como muy bien explicas en tus logrados y nostágicos versos.
Me quedo con este terceto, quizá porque de cigüeñas y de la buena memoria que poseen para regresar al nido (ahora ya no tanto, puesto que muchas se quedan), sé bastante, no en vano mi ciudad lleva el sobrenombre de "Ciudad de las cigüeñas".

y de cómo las cigüeñas nos acompañan desde hace
varios inviernos, sin saber la diferencia que existe
entre una zona protegida y un teatro de marionetas.

Un abrazo, amiga mía.
Mario.

Un poema reflexivo y evocador. Me gustó mucho, Carmen. Un beso y felices fiestas.

Hermoso tu poema, Carmen,con versos que seducen. Un gusto pasar por ellos
Abrazos
Pilar

Para guardarlo y revivirlo.


Precioso , Carmen



un abrazo



AlondraS

Los tres últimos versos son geniales... Es mucho más explicativo y extenso de lo que suelo leerte y que sepas que se te da bien escribir así, no pierdes el hilo y no se resiente en nada tu enorme sensibilidad.

Besotes y felices días, tocaya,

Carmen