Editorial Alaire

De pronto, sin más, sentado en el metro
dirección Pep Ventura
me puse a pensar en ti.

- ¿Ah sí?
- Sí, sí. En ti.

Llego el pensamiento sin aviso ni prevención
y te aseguro que por mi parte, no había ni alevosía,
ni mala intención,
ni siquiera nocturnidad,
pues aunque el túnel era oscuro,
en la calle lucia el sol.

Y ese pensamiento que entró sin permiso ni perdón
acertó en afincarse en el mismo corazón
y la conclusión a la que he llegado
es que te necesito a mi lado.

- ¿¿¿¿Qué????
- Sí, sí, que te necesito ya.
- No me digas
- Sí. A pesar de tu ironía, y de mi facilona poesía,
te necesito cerca.

Te necesito cuando un sábado de Julio a las 3.30
de la tarde, la Rambla de Catalunya, gris, solitaria
y aún un poco dormida deja un espacio vacío a mi lado.
Te necesito cuando cientos de farolas se combinan
en la lejanía, en un juego de perspectivas
sobre el fondo de
la noche y la ciudad.
Te necesito cuando busco entre sábana y sábana
la forma de conjugar los verbos...

- Ya, ya.


- Te entiendo
Dirás que hubo mentiras y promesas en vano.
Y el dejarte en la niebla de tu propia soledad.
Pero, tampoco era de sol el camino,
cuando yo tenía que marchar.

- Ah no?

Mira,
no quiero empezar el juego.
Es sólo que el otro día
llegó ese pensamiento
y hoy te echo de menos.
Te echo de menos cuando miro el mar,
cuando sentado en una roca
oigo el susurro tranquilo de las olas, de la brisa.


Allí, no hay más besos
que los besos más salados
que nunca me han dado,
que son
los besos del mar.

Precioso, Joan. Emocionante tu manera de decir y esos diálogos que no acierto a saber si son reales o internos (con la otra persona).

En cualquier caso la poesía se mezcla con el diario y el género epistolar.

Me ha encantado.

Te dejo un beso
Enhorabuena
Ana

Como ande Neptuno por medio... te aseguro que la tienes no ya en las Ramblas, hasta en el mismo Saló del Tinell.
Tú háblale del mar, no pares .
¡ Bon día desde este mediterráneo que cuasi, cuasi compartimos, Joan - Ot

Ana Muela Sopeña escribió:Precioso, Joan. Emocionante tu manera de decir y esos diálogos que no acierto a saber si son reales o internos (con la otra persona).

En cualquier caso la poesía se mezcla con el diario y el género epistolar.

Me ha encantado.

Te dejo un beso
Enhorabuena
Ana

Muchisimas gracias Ana por tu comentario. Los dialogos son un poco de todo.
Me alegro que te haya gustado.
Un fuerte abrazo.
Joan

En un diálogo de ida y vuelta desembarcas una serie de sentimientos íntimos, llenos de soledad y de ansias inacabadas, con el verbo a flor de labios, con la sal del sentimiento y la del mar. No olvides, querido amigo, que soy isleño (Tinerfeño, por más señas), habitando en México,lejos de la sal del mar que nos circunda. Un magnífico poema. Te felicito.

Abrazos desde muy lejos.

José Manuel F. Febles

Me gusta la sinceridad, la manera franca en que desbordas palabra y sentimiento.

Un gusto leerte en esta mañana de viernes

abrazos!

Muy original este poema dialogado, Joan. Historias cotidianas que sueles bordar con tu gran creatividad. Un abrazo.

Concha Verónica Vidal escribió:Como ande Neptuno por medio... te aseguro que la tienes no ya en las Ramblas, hasta en el mismo Saló del Tinell.
Tú háblale del mar, no pares .
¡ Bon día desde este mediterráneo que cuasi, cuasi compartimos, Joan - Ot

Muchas gracias por tu comentario Concha. me has hecho reir.
Me alegro que te haya gustado.
Bona nit des d´aquest Mediterrani.
Joan
o
t

José Manuel F. Febles escribió:En un diálogo de ida y vuelta desembarcas una serie de sentimientos íntimos, llenos de soledad y de ansias inacabadas, con el verbo a flor de labios, con la sal del sentimiento y la del mar. No olvides, querido amigo, que soy isleño (Tinerfeño, por más señas), habitando en México,lejos de la sal del mar que nos circunda. Un magnífico poema. Te felicito.

Abrazos desde muy lejos.

José Manuel F. Febles

Muchas gracias José Manuel por tu interesantisimo comentario.
No olvidaré que eres isleño, aunque ahora estes un poco lejos del mar.
Me alegro mucho que te haya gustado.
Un fuerte abrazo
Joan

Just Gafar escribió:Me gusta la sinceridad, la manera franca en que desbordas palabra y sentimiento.

Un gusto leerte en esta mañana de viernes

abrazos!

Muchas gracias Just por tu comentario.
Me alegro que te haya gustado.
Un fuerte abrazo esta mañana de martes festivo
Joan

Tristany Joan Gaspar escribió:De pronto, sin más, sentado en el metro
dirección Pep Ventura
me puse a pensar en ti.

- ¿Ah sí?
- Sí, sí. En ti.

Llego el pensamiento sin aviso ni prevención
y te aseguro que por mi parte, no había ni alevosía,
ni mala intención,
ni siquiera nocturnidad,
pues aunque el túnel era oscuro,
en la calle lucia el sol.

Y ese pensamiento que entró sin permiso ni perdón
acertó en afincarse en el mismo corazón
y la conclusión a la que he llegado
es que te necesito a mi lado.

- ¿¿¿¿Qué????
- Sí, sí, que te necesito ya.
- No me digas
- Sí. A pesar de tu ironía, y de mi facilona poesía,
te necesito cerca.

Te necesito cuando un sábado de Julio a las 3.30
de la tarde, la Rambla de Catalunya, gris, solitaria
y aún un poco dormida deja un espacio vacío a mi lado.
Te necesito cuando cientos de farolas se combinan
en la lejanía, en un juego de perspectivas
sobre el fondo de
la noche y la ciudad.
Te necesito cuando busco entre sábana y sábana
la forma de conjugar los verbos...

- Ya, ya.


- Te entiendo
Dirás que hubo mentiras y promesas en vano.
Y el dejarte en la niebla de tu propia soledad.
Pero, tampoco era de sol el camino,
cuando yo tenía que marchar.

- Ah no?

Mira,
no quiero empezar el juego.
Es sólo que el otro día
llegó ese pensamiento
y hoy te echo de menos.
Te echo de menos cuando miro el mar,
cuando sentado en una roca
oigo el susurro tranquilo de las olas, de la brisa.


Allí, no hay más besos
que los besos más salados
que nunca me han dado,
que son
los besos del mar.

Hola Joan recien llego del mar y me he topado con este tu bello poema que siempre me gusta leer
¡Esta tan bien logrado! Es un dialogo insólito, amoroso, tierno, explicativo, lleno de motivos.

Te necesito cuando un sábado de Julio a las 3.30
de la tarde, la Rambla de Catalunya, gris, solitaria
y aún un poco dormida deja un espacio vacío a mi lado.
Te necesito cuando cientos de farolas se combinan
en la lejanía, en un juego de perspectivas
sobre el fondo de
la noche y la ciudad.
Te necesito cuando busco entre sábana y sábana
la forma de conjugar los verbos...

- Ya, ya.


- Te entiendo
Dirás que hubo mentiras y promesas en vano.
Y el dejarte en la niebla de tu propia soledad.
Pero, tampoco era de sol el camino,
cuando yo tenía que marchar.

- Ah no?


Te echo de menos cuando miro el mar,
cuando sentado en una roca
oigo el susurro tranquilo de las olas, de la brisa.


Allí, no hay más besos
que los besos más salados
que nunca me han dado,
que son
los besos del mar.


Un abrazo mi buen amigo.

Ramón Carballal escribió:Muy original este poema dialogado, Joan. Historias cotidianas que sueles bordar con tu gran creatividad. Un abrazo.

Muchas gracias Ramón.
Me alegro que te haya gustado.
Un fuerte abrazo
Joan

Gabriel Vidal escribió:

Tristany Joan Gaspar escribió:De pronto, sin más, sentado en el metro
dirección Pep Ventura
me puse a pensar en ti.

- ¿Ah sí?
- Sí, sí. En ti.

Llego el pensamiento sin aviso ni prevención
y te aseguro que por mi parte, no había ni alevosía,
ni mala intención,
ni siquiera nocturnidad,
pues aunque el túnel era oscuro,
en la calle lucia el sol.

Y ese pensamiento que entró sin permiso ni perdón
acertó en afincarse en el mismo corazón
y la conclusión a la que he llegado
es que te necesito a mi lado.

- ¿¿¿¿Qué????
- Sí, sí, que te necesito ya.
- No me digas
- Sí. A pesar de tu ironía, y de mi facilona poesía,
te necesito cerca.

Te necesito cuando un sábado de Julio a las 3.30
de la tarde, la Rambla de Catalunya, gris, solitaria
y aún un poco dormida deja un espacio vacío a mi lado.
Te necesito cuando cientos de farolas se combinan
en la lejanía, en un juego de perspectivas
sobre el fondo de
la noche y la ciudad.
Te necesito cuando busco entre sábana y sábana
la forma de conjugar los verbos...

- Ya, ya.


- Te entiendo
Dirás que hubo mentiras y promesas en vano.
Y el dejarte en la niebla de tu propia soledad.
Pero, tampoco era de sol el camino,
cuando yo tenía que marchar.

- Ah no?

Mira,
no quiero empezar el juego.
Es sólo que el otro día
llegó ese pensamiento
y hoy te echo de menos.
Te echo de menos cuando miro el mar,
cuando sentado en una roca
oigo el susurro tranquilo de las olas, de la brisa.


Allí, no hay más besos
que los besos más salados
que nunca me han dado,
que son
los besos del mar.

Hola Joan recien llego del mar y me he topado con este tu bello poema que siempre me gusta leer
¡Esta tan bien logrado! Es un dialogo insólito, amoroso, tierno, explicativo, lleno de motivos.

Te necesito cuando un sábado de Julio a las 3.30
de la tarde, la Rambla de Catalunya, gris, solitaria
y aún un poco dormida deja un espacio vacío a mi lado.
Te necesito cuando cientos de farolas se combinan
en la lejanía, en un juego de perspectivas
sobre el fondo de
la noche y la ciudad.
Te necesito cuando busco entre sábana y sábana
la forma de conjugar los verbos...

- Ya, ya.


- Te entiendo
Dirás que hubo mentiras y promesas en vano.
Y el dejarte en la niebla de tu propia soledad.
Pero, tampoco era de sol el camino,
cuando yo tenía que marchar.

- Ah no?


Te echo de menos cuando miro el mar,
cuando sentado en una roca
oigo el susurro tranquilo de las olas, de la brisa.


Allí, no hay más besos
que los besos más salados
que nunca me han dado,
que son
los besos del mar.


Un abrazo mi buen amigo.

Muchas gracias Gabriel por tu comentario.
me alegro mucho que te haya gustado.
Un fuerte abrazo
Joan

Hola Tristany.
Original y sincero este poema, amigo mío. Me complació leerlo.
Un abrazo.
Mario.

Mario Martínez escribió:Hola Tristany.
Original y sincero este poema, amigo mío. Me complació leerlo.
Un abrazo.
Mario.

Muchas gracias Mario por tu comentario.
me alegro que te haya gustado.
Un fuerte abrazo
Joan