Dedos vírgenes
Publicado: Mié, 25 Nov 2009 0:38
Enséñame a comer bien con las manos.
Como si fuera un niño o el color
abierto de la tierra,
como si me sobrase tanta edad
que la desperdiciara en un espejo.
Te defiendes de mí
lo mismo que un reloj
y derrotas mi carne,
descalza como el mar
sin la inminencia de su amor salino.
No me quedan abrazos
ni esqueleto sin lápida
pero mis dedos siguen siendo vírgenes
en la altura del pan y de la sangre;
y multiplican el sabor del tiempo.
La fruta más prohibida de la infancia.
La piel de una mujer dentro del cuerpo.
Como si fuera un niño o el color
abierto de la tierra,
como si me sobrase tanta edad
que la desperdiciara en un espejo.
Te defiendes de mí
lo mismo que un reloj
y derrotas mi carne,
descalza como el mar
sin la inminencia de su amor salino.
No me quedan abrazos
ni esqueleto sin lápida
pero mis dedos siguen siendo vírgenes
en la altura del pan y de la sangre;
y multiplican el sabor del tiempo.
La fruta más prohibida de la infancia.
La piel de una mujer dentro del cuerpo.