Editorial Alaire

Se desvanece, quebrado en el momento, se funde, más allá del recuerdo;
ante él se obnuvila su visión, cautivo todo pensamiento.

Vive, muere en un suspiro, hijo del tiempo que sigue su curso eterno.

Desde que nada comenzó y nunca fin conocerá,
todo sucumbe a su paso, mudo testigo
de lo que fue, es y será.

Emperador de dioses, señor de las estrellas;
rey de reyes, guía de sueños, esperanzas,
quimeras de poetas.

Dios de nómadas errantes, de mortales que anhelan
escribir en él palabras que, en vano, sueñan desnudar la idea,
y mancillar el concepto de lo invisible e imperecedero.

Los más valientes abrazan su muerte, van a su encuentro, allanan la morada donde habitan todos sus secretos, avivan la llama que tanto les quema dentro.

Son sus hijos primogénitos, poetas, hijos del tiempo, trovadores inmortales del mundo de los sueños.

¡Buf! Dicho así es imponente. Yo, que aspiro a ser poeta, me conformo con algo más cercano, algo así como la bata y las zapatillas. Pero, vamos, por ser, que sea.
Vamos que me has impresionado con tanta fuerza en tus versos.

Un abrazo.

Ignacio Fajardo escribió:¡Buf! Dicho así es imponente. Yo, que aspiro a ser poeta, me conformo con algo más cercano, algo así como la bata y las zapatillas. Pero, vamos, por ser, que sea.
Vamos que me has impresionado con tanta fuerza en tus versos.

Un abrazo.

jajaja me hiciste sonreír Ignacio; gracias por ello. Yo, que me siento poeta, me siento más orgulloso de aquellos poemas que he escrito sobre lo más cercano, pero también surgen estos más...bueno que lo definan los lectores...me alegra que mis letras te hayan llegado con fuerza. Suma gratitud por tus palabras y tu sentido del humor. Un cálido abrazo compañero.

javi

Pues a mí sí que me gustó el poema, donde sitúas a los poetas
Abrazos
Pilar

Pilar Morte escribió:Pues a mí sí que me gustó el poema, donde sitúas a los poetas
Abrazos
Pilar

Gracias Pilar por tu visita; me alegra te gustasen mis versos. Un fuerte abrazo.

javi