Y un día te levantes mariposa
Publicado: Jue, 19 Nov 2009 14:55
A León Felipe
* * *
La Vida no es andar comiendo tierra,
luchando con el lodo que te ahoga.
La Vida no es trepar inútilmente
el tronco carcomido de la especie,
sabiendo que en la cumbre está el vacío.
La Vida no es pisar o ser pisado
temiendo que de un golpe te aniquilen.
La Vida no es buscar sin esperanza
aquella gran verdad que te obsesiona
y que encierra el sentido de tu lucha.
La Vida es mirarte en el espejo
que llevas escondido en tus entrañas,
y ver cómo refleja la mirada
del gusano que, atónito, te pide
que intentes redimirle la existencia.
Y echarte a trabajar sobre ti mismo,
atándote con hilos de firmeza
al proyecto que bulle en tu conciencia,
vaciando en el afán tus energías
hasta quedar del todo extenuado.
Y esperar que el milagro se produzca
y maduren los frutos de tu esfuerzo,
y un día te levantes mariposa
para libar la miel de los cerezos
y el néctar celestial de los naranjos.
Para ir fecundando con tu risa
las flores variopintas del deseo
al sentir la caricia de su tacto,
y beber en la gota de rocío
mientras te besa el sol de la mañana.
* * *
La Vida no es andar comiendo tierra,
luchando con el lodo que te ahoga.
La Vida no es trepar inútilmente
el tronco carcomido de la especie,
sabiendo que en la cumbre está el vacío.
La Vida no es pisar o ser pisado
temiendo que de un golpe te aniquilen.
La Vida no es buscar sin esperanza
aquella gran verdad que te obsesiona
y que encierra el sentido de tu lucha.
La Vida es mirarte en el espejo
que llevas escondido en tus entrañas,
y ver cómo refleja la mirada
del gusano que, atónito, te pide
que intentes redimirle la existencia.
Y echarte a trabajar sobre ti mismo,
atándote con hilos de firmeza
al proyecto que bulle en tu conciencia,
vaciando en el afán tus energías
hasta quedar del todo extenuado.
Y esperar que el milagro se produzca
y maduren los frutos de tu esfuerzo,
y un día te levantes mariposa
para libar la miel de los cerezos
y el néctar celestial de los naranjos.
Para ir fecundando con tu risa
las flores variopintas del deseo
al sentir la caricia de su tacto,
y beber en la gota de rocío
mientras te besa el sol de la mañana.