MORIR EN TI
Publicado: Lun, 04 Feb 2008 7:29
Un rayo de luna a través mi pupila
me revela el infinito despertar de tu piel de mármol,
clavando en mi memoria la vehemente aspiración de ser,
sin más protocolo, aquél que sin erigir monumentos de arena,
se robe su textura.
No se si sea correcto o inmoral, lo que tu talle me aconseja,
más doy por hecho su irresistible realidad
armonizada por el reto, que a mis labios lanza sin cesar
tu cuello.
Y tus pechos...
¿cómo puede alguien fingir y abstraerse de mirarlos?
Son como tersos guajes para apagar la sed de amar,
como frutos ahí dispuestos para el gran manjar,
como el símbolo que encierra todos los sueños de pubertad,
llenos de la esencia voluptuosa de la feminidad.
Eres flor de terciopelo, muñequita de squai
y mar de profundo lecho, donde sólo algunos
pueden sumergirse y naufragar;
donde las algas rebosan en mantos tales
que los peces, reptiles y corales
realizan toda especie de fecundas bacanales.
Hoy estoy aquí, mañana nadie sabe;
hoy mis manos ancladas sueltan sus amarres
en busca de la gran oportunidad de arriesgar mi vida y de morir
como pocos, o como nadie, lo puede repetir;
de morir esquivando todas mis otras muertes,
de morir por ti
de morir de ti
de morir en ti.
Hoy, tu cuerpo de silueta desquiciante,
me arrebata la razón, me condena a la locura
y me roba todo resto de cordura.
Tu cuerpo de amapola, siempre asediado por las miradas de los jefes tribales,
borrachos de lujuria, vanidosas potestades de inmundos reinos pasajeros;
tu cuerpo, capital etéreo
inmutable terciopelo ante el tiempo que requiero
para morir por ti,
para morir de ti,
para morir en ti.
me revela el infinito despertar de tu piel de mármol,
clavando en mi memoria la vehemente aspiración de ser,
sin más protocolo, aquél que sin erigir monumentos de arena,
se robe su textura.
No se si sea correcto o inmoral, lo que tu talle me aconseja,
más doy por hecho su irresistible realidad
armonizada por el reto, que a mis labios lanza sin cesar
tu cuello.
Y tus pechos...
¿cómo puede alguien fingir y abstraerse de mirarlos?
Son como tersos guajes para apagar la sed de amar,
como frutos ahí dispuestos para el gran manjar,
como el símbolo que encierra todos los sueños de pubertad,
llenos de la esencia voluptuosa de la feminidad.
Eres flor de terciopelo, muñequita de squai
y mar de profundo lecho, donde sólo algunos
pueden sumergirse y naufragar;
donde las algas rebosan en mantos tales
que los peces, reptiles y corales
realizan toda especie de fecundas bacanales.
Hoy estoy aquí, mañana nadie sabe;
hoy mis manos ancladas sueltan sus amarres
en busca de la gran oportunidad de arriesgar mi vida y de morir
como pocos, o como nadie, lo puede repetir;
de morir esquivando todas mis otras muertes,
de morir por ti
de morir de ti
de morir en ti.
Hoy, tu cuerpo de silueta desquiciante,
me arrebata la razón, me condena a la locura
y me roba todo resto de cordura.
Tu cuerpo de amapola, siempre asediado por las miradas de los jefes tribales,
borrachos de lujuria, vanidosas potestades de inmundos reinos pasajeros;
tu cuerpo, capital etéreo
inmutable terciopelo ante el tiempo que requiero
para morir por ti,
para morir de ti,
para morir en ti.