Editorial Alaire

Yo soy la luz que alumbra la alborada,
el puro resplandor que en su camino,
construye paso a paso el cruel destino
que hace de nuestra meta encrucijada.

Sin mi ni habría Dios ni habría nada,
no habría ni el presente ni el futuro,
ni el mundo hubiese sido nunca oscuro
ni la rosa perversa y perfumada.

Yo soy el bien y el mal, pasión y ciencia,
ruleta del dolor y la alegría
que se rueda en el cuenco de mi mano.

Si mi ley me la dicta mi conciencia
su fallo lo disfraza mi osadía
y el orgullo de ser: el ser humano.
<xml><o> </o>

Antonio Cárdenas Cárdenas,

me da gusto leer buena poesía, querido amigo

Bienvenido


Un abrazo fuerte

muy buena

Asi son las cosas, sin ti para ti no existiría nada.
Somos lo más importante de nostros mismos, sin duda.
Me ha gustado mucho la ingeniosa idea del poema y la manera tan elegante como lo has elaborado.

Mis flicitaciones y un abrazo
Joan

Ricardo Serna G escribió:Antonio Cárdenas Cárdenas,

me da gusto leer buena poesía, querido amigo

Bienvenido


Un abrazo fuerte

Querido amigo Ricardo, gracias por tu comentario, es tan lógico el argumento del soneto que hay quien se ofende.

Un abrazo.

Allan Masís Valverde escribió:muy buena

Gracias Allan Masis por leerme y comentar.


Un abrazo.

Claro que también se podría hablar de la angustia de ser humano. Unos ven al vaso medio lleno y otros medio vacío, ¿no es así, amigo Antonio?

Un abrazo y enhorabuena por el soneto.

Esteban

Tristany Joan Gaspar escribió:Asi son las cosas, sin ti para ti no existiría nada.
Somos lo más importante de nostros mismos, sin duda.
Me ha gustado mucho la ingeniosa idea del poema y la manera tan elegante como lo has elaborado.

Mis flicitaciones y un abrazo
Joan

Hola TRistany Joan Gaspar, es elemental, si no existieramos nosotros no veriamos ni pensariamos nada, por los tanto para nosotros no habría nada.

Además tambien actuamos en nombre de Dios, así nos va todo.


Un abrazo.

Esteban Granado escribió:Claro que también se podría hablar de la angustia de ser humano. Unos ven al vaso medio lleno y otros medio vacío, ¿no es así, amigo Antonio?

Un abrazo y enhorabuena por el soneto.

Esteban

Querido amigo Esteban, ya lo creo que es así, unos ven el vaso medio lleno y otros medio vacío, pero yo creo que lo ven como les interesan.

Pero me refiero a que si no existiese el ser humano, nadie hablaría de nada, y lo del orgullo es porque ya hablamos en nombre de los dioses y siempre tenemos justificación a nuestros actos, incluso para defender a este soneto.

Un abrazo y me alegro de compartir mis paridas.