Despertar
Publicado: Vie, 13 Nov 2009 18:30
Para Sol
Busca allí, en aquél lecho de hierba
donde solías ser un dulce conejo dormido.
Ayer, cuando tu mirada de niña
volvía todas las cosas celestes,
el mundo te besaba en suaves mareas vírgenes.
Eras tu dios inventando carruseles,
y la flor, pura como el silencio,
caminaba por un puente de plata directo a tu corazón.
Hoy, esa niña descansa en una cuna de barro
cubierta por un recto manto de mujer;
y esa mujer, que avanza entre el ruido y el humo,
da grandes pasos alejándose de sí,
huyendo quizás, habitando
la Tierra sin que sus ojos logren dibujarla,
limpia e ilimitada.
Pero hay un camino que conduce a aquél Olimpo de paz,
allí donde duerme tu niña soñando el color azul.
Debes nadar amargas aguas de soledad.
Debes montar el caballo del miedo
y domarlo, para que sea un joven corcel
que apabulle la bruma.
Cuando estés lista emprenderás el viaje.
Yo volaré contigo a encontrarte.
Llegarás y, con tu niña en brazos,
los pájaros nombrarán la primavera tras las sombras,
y por fin serás tú, íntegra,
alba y Sol
brillando sobre los campos vivos.
Luego cultivaremos nuestro amor bajo ésta nueva luz
para que sus manzanas tengan sabor a ángel.
Fermín Lasarte
Busca allí, en aquél lecho de hierba
donde solías ser un dulce conejo dormido.
Ayer, cuando tu mirada de niña
volvía todas las cosas celestes,
el mundo te besaba en suaves mareas vírgenes.
Eras tu dios inventando carruseles,
y la flor, pura como el silencio,
caminaba por un puente de plata directo a tu corazón.
Hoy, esa niña descansa en una cuna de barro
cubierta por un recto manto de mujer;
y esa mujer, que avanza entre el ruido y el humo,
da grandes pasos alejándose de sí,
huyendo quizás, habitando
la Tierra sin que sus ojos logren dibujarla,
limpia e ilimitada.
Pero hay un camino que conduce a aquél Olimpo de paz,
allí donde duerme tu niña soñando el color azul.
Debes nadar amargas aguas de soledad.
Debes montar el caballo del miedo
y domarlo, para que sea un joven corcel
que apabulle la bruma.
Cuando estés lista emprenderás el viaje.
Yo volaré contigo a encontrarte.
Llegarás y, con tu niña en brazos,
los pájaros nombrarán la primavera tras las sombras,
y por fin serás tú, íntegra,
alba y Sol
brillando sobre los campos vivos.
Luego cultivaremos nuestro amor bajo ésta nueva luz
para que sus manzanas tengan sabor a ángel.
Fermín Lasarte