Editorial Alaire

Observé su suelo más profundo,
el granito que es su techo
y las letras de su nombre,
pedradas en mis escleras,
quebraron los vidrios de mi cordura.
Entonces me zanjó su destiempo,
la mueca oscura que sin contrato
se aloja en mi subconsciencia
sin cánones ni reparos
por el dolo al sentimiento.

Y no perdono tanta espera
ni las filosofías generadoras
de consuelos ni los credos
que promulgan superiores existencias.
Ni la promesa del encuentro ni la energía
que se queda.
Tampoco la inderogable ley de vida,
polvo tragado por el polvo,
ni las sicologías que dictaminan
comportamientos verdaderos
ni las técnicas subliminales que amordazan
sufrimientos ni las constructoras
de refugios amueblados con químicas ilusiones.

Me olvido de Krishnamurti y de Kafka
porque sus libertades y metamorfosis
no transmutan nadas.
Me invaden muertes y locuras,
los idiotas y sepulcros de los vivos.
Lauras, Ágatas y Eréndiras;
las un millón y más soledades,
que se juntan con las mías
encadenadas por voces de todos los silencios
cuando solo quedan las palabras.



lh

No me puedo explicar como este poema ha llegado tan abajo sin comentarios. Es bueno, muy bueno, tanto por el lenguaje audaz que utilizas, como por la cantidad tremenda de referencias que intruduces. Así que le doy un empujón arriba para que reciba el trato que merece.

Un saludo con cariño.

.




Mi presencia en este foro es muy intermitente y realmente no lo vi pasar. El poema como un todo es magnífico y la última estrofa con una contundencia que me dejo temblando. Bravo, poeta!

Besos - Iben



.

Lillian, quedé muy gratamente sorprendido de compartir este gran poema, donde te desnudas en tus versos; sinceridad desgarradora,...sí, muchas veces sólo quedan las palabras. Un cálido abrazo.

javi

Lillian Hernández escribió:Me invaden muertes y locuras,
los idiotas y sepulcros de los vivos.
Lauras, Ágatas y Eréndiras;
las un millón y más soledades,
que se juntan con las mías
encadenadas por voces de todos los silencios
cuando solo quedan las palabras.



lh

Me quedé encadenado a estos versos un par de siglos bisiestos.

san armilo b.

Un gusto leerte. Saludos cordiales.

Vas despojando de ideas la vida hasta encontrar el silencio. Me gustó deslizarme por tus versos
Abrazos
Pilar

Ignacio Fajardo escribió:No me puedo explicar como este poema ha llegado tan abajo sin comentarios. Es bueno, muy bueno, tanto por el lenguaje audaz que utilizas, como por la cantidad tremenda de referencias que intruduces. Así que le doy un empujón arriba para que reciba el trato que merece.

Un saludo con cariño.

Ignacio, muchas gracias por tu favorable y "rescatador" comentario
sobre mi poema. Lo aprecio.

Cariños.

lh

Impresionante poema reflexivo, Lilian.

Un poema para leer muchísimas veces.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Hola querida Lilian, un poemazo, de esos que llegan con fuerza, ha sido un placer leerte después de tanto tiempo, mi abrazo con cariño.

Cecilia

Un poema excelentísimo, Lillian! LLeno de fuerza, ritmo y absoluto arte.

Ovación cerrada, querida poeta!!!!

Cariños.

Hallie

Iben Xavier Lorenzana escribió:.




Mi presencia en este foro es muy intermitente y realmente no lo vi pasar. El poema como un todo es magnífico y la última estrofa con una contundencia que me dejo temblando. Bravo, poeta!

Besos - Iben



.

Iben, me alegra que te haya impactado la estrofa que mencionas.
Gracias por tu buen comentario.

Cariños.

lh

Javier Cañas Belmar escribió:

Lillian, quedé muy gratamente sorprendido de compartir este gran poema, donde te desnudas en tus versos; sinceridad desgarradora,...sí, muchas veces sólo quedan las palabras. Un cálido abrazo.

javi

Javi, me alegra que te haya gustado el poema.
Gracias por decírmelo.

Cariños.

lh

Armilo Bretón escribió:

Lillian Hernández escribió:Me invaden muertes y locuras,
los idiotas y sepulcros de los vivos.
Lauras, Ágatas y Eréndiras;
las un millón y más soledades,
que se juntan con las mías
encadenadas por voces de todos los silencios
cuando solo quedan las palabras.



lh

Me quedé encadenado a estos versos un par de siglos bisiestos.

san armilo b.

Armilo, me hizo sonreír tu comentario. Te lo agradezco doblemente.

Saludos casi eternos.

lh

te arriesgas

"Me olvido de Krishnamurti y de Kafka
porque sus libertades y metamorfosis
no transmutan nadas"

el cambio está en uno mismo, es cierto que ciertos postulados, doctrinas,
pueden ayudarte pero a fin de cuentas es uno mismo el que se pone a prueba buscando provocar su trasformación; el cambio es inherente al ser humano, y es el cambio el que nos transforma

te aplaudo compañera

.