Editorial Alaire

Quiero ser líquida en el alba del silencio,
sobre raíces infinitas de nostalgia,
donde la luz se hace penumbra en la memoria,
donde la sombra se convierte en agua dulce.

Quiero ser líquida en el vientre de mi mundo,
para soñar en un crepúsculo con rayos
y entre clepsidras ser umbral de lo absoluto.

Quiero ser líquido en tu boca de frambuesas,
entretenerme con tu luna sumergida
bajo la tierra con el humus de visiones.

Quiero ser líquido llenando tu vacío,
contra los vientos del otoño tan furiosos,
en la delicia de un momento de este viaje.


Ana Muela Sopeña



Díalogo poético en versos tridecasílabos

Diálogos intensos, que van de lo universal a lo particular y viceversa. Al final, el sabor a frambuesa es lo que queda, y el rastro de un momento.

Besos.

Original tu poema. Me gusta esa sugerente sensación liquida que ransmiten tus versos.

saludos

raf

Excelente Ana. Me ha gustado la voz en off de las 2 últimas estrofas... como un pensamiento íntimo... ese diálogo entre tu deseo de ser "líquida" en tí misma y el deseo de lo "liquido" de él en tí. Original y sorprendente.
Un abrazo.
J. manuel

Ignacio, es una alegría que hayas disfrutado de estos versos, sobre todo con la frambuesa.

Un abrazo grande
Ana

Es un poema precioso, Ana. Y, además, me apunto a ese deseo de liquidez...

Un placer,

Carmen

Dicen que ahí está el origen del mundo, de todas las cosas, de todos nosotros, en la profunda liquidez del universo.
En cualquier caso, Ana, hacerse líquido es propagar el fervor con la fusión del otro, es una hermosísima y contundente imagen, quizás no haya una manera más explícita de escribir la unión de dos en compañía.
El poema, además, está excelentemente medido, de ahí su espléndido ritmo.
Buen poema, pero esto ya no es noticia viniendo de ti.
Un beso.

Gracias, Rafael, por pasar y dejarme tu huella.

Un abrazo grande
Ana

Ana, tienes un discurso cautivante y un ritmo envolvente en tus versos. Bellísimo poema!!!. Un abrazo, Eduardo.

Ana Muela Sopeña escribió:Quiero ser líquida en el alba del silencio,
sobre raíces infinitas de nostalgia,
donde la luz se hace penumbra en la memoria,
donde la sombra se convierte en agua dulce.

Quiero ser líquida en el vientre de mi mundo,
para soñar en un crepúsculo con rayos
y entre clepsidras ser umbral de lo absoluto.

Quiero ser líquido en tu boca de frambuesas,
entretenerme con tu luna sumergida
bajo la tierra con el humus de visiones.

Quiero ser líquido llenando tu vacío,
contra los vientos del otoño tan furiosos,
en la delicia de un momento de este viaje.


Ana Muela Sopeña



Díalogo poético en versos tridecasílabos

Hermoso, Ana! Un poema muy original y profundo.
Siempre es un placer leerte.

Besote.

Gracias, José Manuel, me alegra mucho que el poema te haya gustado.

Un abrazo grande
Ana

Carmen, es un placer para mí que el poema te haya gustado.

Un besito
Ana

Muchas gracias, Valentín, por tu precioso comentario que yo aprecio sinceramente.

Un beso
Ana

Eduardo, es una alegría encontrarte entre mis versos.

Gracias por las palabras tan efusivas que me brindas.

Un abrazo grande, poeta
Ana

Ana, es merecedor de destacar el trabajado ritmo que has conseguido en este poema; hace que la melancolía entre suave, como disfrutando de sus gasas, y en toda su extensión nos envuelva.

Bicos.