Editorial Alaire

Marcos de la Mancebía escribió:Dime, amor, latigazo de bejuco,
serpiente nívea entre las flores del cerezo,
que hieres con tu beso,
melódico latido de un impulso,

tú, néctar de un efímero calostro,
¿por qué, tras despertar el celo,
el deseo carnal, te tornas luego
en pútrido consuelo ponzoñoso?

Iris polícroma,
que con opaco brillo centelleas,
que niegas la razón, que la encadenas
a un señuelo radiante de alegría,

¿por qué tan repentinamente acudes
a instalarte en el orto de un afán,
escalas la esperanza del mortal
y al llegar a su cúspide,

otrora inaccesible,
te desvaneces?
Di, ¿por qué nos invitas al banquete
para luego tratarnos como Circe?

Luis Oroz escribió:Muy buen poema, Marcos, es muy difícil sacarle jugo, como tú lo has hecho, al este genérico y reescrito sentimiento.
Además lo haces con una pilimetría bien lograda, y exprimiendo el poder asonante de la palabra.
Me ha gustado mucho en su conjunto.
Felicidades.
Un abrazo.
Luis Oroz.

Ana Muela Sopeña escribió:Marcos, muy bueno. El amor es siempre traicionero. Y más bien por él en sí mismo. Mucho más que por las personas.

Tratas muy bien el tema y tu cadencia versal es perfecta.

Felicitaciones
Un beso
Ana

Javier Cañas Belmar escribió:
Una gozada de poema...el amor con etiquetas deja de ser amor...es tan difícil dar sin esperar nada a cambio...ayer escribía no quiero decir te quiero, amarte sería mi mayor trofeo,...tú, simplemente gires tu rostro o me abraces...ya el quiero implica posesión...grato asomarme a tus versos. Un cálido abrazo Marcos.
javi

Rafael Valdemar escribió:Un tanto original y notoriamente sugerentes este poema de amor que nos dejas Marcos. Y es que el amor da mucho de sí; vamos que inspirador a tope. Yo acostumbro a escribir también con temática amorosa mis versos. el ultimo dejado en el foro a en esta líena. Si te pasas lo comprobrás. Y bueno, de paso que lo disfrutes
saludos
raf