Editorial Alaire

Dejando que un espejo ofrezca su distancia

Luis Oroz




Algunas noches te amo de memoria
como el mar a la costa
que siendo un arrecife
o una isla sin brújula,
encuentra siempre el mapa del placer.

Los versos son instantes,
pequeños éxitos de espejos mansos
que quieren capturar la lejanía,
funerales de un tiempo no vivido.

O simplemente el eco de los mares
que vuelven a sonar en el silencio
después de haber cumplido la misión
de su garganta líquida, la orilla.

La madrugada tiene latitud
más allá de su propia oscuridad.

Es el sonido cóncavo del agua
cuando busca los tímpanos del tiempo.

Y aparece la forma del instante.

mi querido Juanmi,

de sobra sabes que tu poética para mí, tiene ese algo especial que la hace mágica

¿qué más se la puede pedir a la poesía?

Y aparece la forma del instante.


besazos, poetazo.........Pilar

Me resulta imposible destacar algo de este poema. Como dice Pilar, tu poesía tiene magia. Te comento que yo tengo un poema en el no solo recordaba sino que amaba de memoria, es algo que me decía mi padre en algunas ocasiones, y la verdad es que muchas veces es efectivo. Como mínimo, a tí . ese amar de memoria te lleva a crear versos tan mágicos y hermosos como estos. Siempre es un placer pasar por tus versos.

Un beso que te llegue al corazón

Ana V.

Los versos son instantes en donde nos espejeamos.... Realmente hermoso Juanmi. Es siempre un placer leerte. Saludos.

Algunas noches te amo de memoria
como el mar a la costa
que siendo un arrecife
o una isla sin brújula,
encuentra siempre el mapa del placer.

(...)

La madrugada tiene latitud
más allá de su propia oscuridad.

El primer verso es..,. es bellísimo, Juanmi, tanto como tu poema.
Y qué bien elegida la cita de Luis.

Gracias. Lo he disfrutado.

Blanca

Hacía tiempo que no desembarcaba en tus versos, y ahora me doy cuenta de que me hacías falta...

Un abrazo
MArian

Juanmi Jerónimo escribió:Dejando que un espejo ofrezca su distancia

Luis Oroz





Algunas noches te amo de memoria
como el mar a la costa
que siendo un arrecife
o una isla sin brújula,
encuentra siempre el mapa del placer.

Los versos son instantes,
pequeños éxitos de espejos mansos
que quieren capturar la lejanía,
funerales de un tiempo no vivido.

O simplemente el eco de los mares
que vuelven a sonar en el silencio
después de haber cumplido la misión
de su garganta líquida, la orilla.

La madrugada tiene latitud
más allá de su propia oscuridad.

Es el sonido cóncavo del agua
cuando busca los tímpanos del tiempo.

Y aparece la forma del instante.

Los tres versos finales son magníficos. Todo el poema está escrito con un lenguaje sutil, florido y hermoso. También me gusta el romanticismo de los versos iniciales.

Saludos, Juanmi.

Sorpresa, hermosa sorpresa, encontrar este poema y encontrarte a ti por aquí. Ya sabes que he estado distanciada de todo ésto, un poco por obligación y otro poco por puro y necesario descanso... Sigues escribiendo de miedo. El verso que cierra es precioso. También lo es el que inicia el poema. En lo demás sigues fiel a esa voz tuya, tan reconocible...

Un placer,

Carmen