Editorial Alaire

Ja, ja, buenísimo. Tanto por los versos como por el final.

Me ha encantado, Ignacio.

Felicidades
Un abrazo
Ana

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Siempre sospeché que eras un pillo! jajajajjaa Muy bueno. Bravo poeta!

Abrazos - Iben



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jajajajajam que bueno.
Pensaba en un amor de adolescentes, pero el final....jajajaj. Estás hecho un.... un poetón... un gran poeta.
Bueno al fin y al cabo esos (Seas tú uno de lo protagonistas o no )buscan el rejuvenecimiento que proporciona ese amor que imita al adolescente.
Muy bueno todo. me he reído y me has hecho eppnsar con u poema que me ha captadod esde los rpimeros versos.

mis felicitaciones y un abrazo Ignacio.
Joan

Muy bueno Ignacio.
Me gustó el afecto humedecido de este amor casual de pechos afilados.
Mis felicitaciones y mi saludo,amigo.

P.D.:felicitaciones también al marido por el ascenso.

Muy buen poema, pero vaya final. Tremendo "afecto".

Te felicito, amigo.

Abrazos.

José Manuel F. Febles

Gracias Ana por darle vuelo a estos versos. La verdad es que la infidelidad da mucho juego en poesía.

Un beso con cariño.

De nuevo Iben te tengo que dar las gracias. Me agrada mucho encontrar tu compañía entre mis versos.

Otro.

"-Tu marido, entretanto nos hablaba,
encantado, de su ascenso- "


Menudo remate en esos versos, un placer leerte Ignacio, muchos abrazos, pero ojo, que no me fío de vos! salud poeta!

Muchas gracias Tristany por tu comentario y generosidad. ¿Ves cómo las cosas no son lo que parecen?. En cuanto a los protagonistas.... me reservo el misterio.

Un abrazo.

Gracias Emerio por tu comentario y tu lectura.

Un abrazo

(pd: en efecto, el marido está muy feliz con su ascenso. Parece ser que es lo que más le interesa en la vida. Tal vez por eso su esposa necesita "otras" motivaciones.)

Sorprendente y ameno. Me tranquiliza pensar que soy de los que nunca ascienden... jejeje.
Un cordial saludo.

Muchas gracias, José Manuel, por tu lectura y comentario. Ha sido muy grato encontrarte entre mis versos.

Un abrazo.

A Ignacio
¿Ves, amigo mío? Eso es lo que yo espero de un poema. Que diga cosas con perfecto lenguaje, con rítmo, con lirismo, y si además tiene un sorpresivo final, como es el caso, miel sobre hojuelas.
Me ha encantado. Un placer.
Abrazos.
Mario.

Gracias Carlos por tu lectura y comentario. Haces bien en no fiarte, pero más que de mí, el marido debería haber estado más atento a las necesidades de su esposa.

Un abrazo.