Sin torcer los renglones de la noche
echada como un cuenco en sus orillas
una guitarra pródiga en semillas
quiere en la madrugada ser el broche;
como una perla rala, sin reproche,
los cabellos del alba en sus mejillas
ajustan los sonidos, las costillas,
ávidos de emociones y derroche.
Impacientes tambores se rebelan,
permanece en sus tonos el bajista,
acentos y darbukas se modelan;
es la voz sueño y letra bien tallada
con ritmos y colores alquimistas
de este sueño en color que dio Granada.
Concierto en Granada el viernes 09-10-09. En la percusión mi compañero de fatigas Juanjo.
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