Editorial Alaire

Una luz
imperceptible y ciega
me llegó de tu alma.

Entonces encendiste
la llama de la infancia en tu escondite,
en el lugar secreto de tus horas.

De pronto pasó algo,
el radar se rompió
o quizás fue otra cosa...

La transmisión se fue perdiendo,
el humo de la sed se fue apagando.

Ahora sólo nos queda
esa contemplación muda y distante
desde el mundo del alba,

en
el
recuerdo
errante
de lo que un día fue...



Ana Muela Sopeña

.



Esos recuerdos pasan con la velocidad de un cometa. Bravo, poeta!

Besos - Iben



.

A mí me recuerda el paso adolescente donde se pierde la infancia y hay que inventar nuevos caminos para comunicarse. Un placer seguirte
Abrazos
Pilar

¡Joer... Ana! Cada vez nos das más motivos de admiración y envidia. Subrayo la escritura de este poema con pulso firme y la distribución magistral de los versos con mayor carga emotiva. El comienzo es tan bueno que hasta miedo te da de seguir leyendo no se vaya a romper la magia... ¡pero no! Todo el texto mantiene y contiene el interés en una lectura atrayente. El buen oficio unido a la inspiración, hacen estos milagros. Enhorabuena.
Salud.

Iben, es un placer verte entre mis versos.

Un abrazo grande, amigo
Ana

Me gusta el poema y me encanta el final, estupendo.
Un abrazo, Ana.

Pilar, me encanta que el poema te haya gustado.

Un beso
Ana

Que bonito lo estás haciendo, tocaya.

Un besazo grande

Julio, me da mucha alegría que te haya gustado este poema. Lo he escrito sobre la base de la sencillez. Los primeros versos fueron como un fogonazo que atrapé una noche de insomnio. Luego vinieron los demás...

Gracias por tus palabras
Un beso
Ana

destaco la precisión de esta imagen que habla por sí sola



La transmisión se fue perdiendo,
el humo de la sed se fue apagando



aplausos para ti compañera

.

Ana ... tu poema me dió en el corazón.
Siempre es un placer pasar por tus letras.

Besos y felicitaciones.

Susa, gracias por tus palabras.

Un abrazo fuerte
Ana

Gracias, Ana, tocaya, por leerme y decírmelo.

Yo también te sigo. Es hermoso constatar que evolucionamos casi sin darnos cuenta.

Nos leemos
Un beso
Ana

Alonso, gracias por tus palabras, tan efusivas.

Un abrazo desde la poesía
Ana

Gracias, Aubriel, por pasar por mi poema y brindarme tus hermosas palabras.

Un beso grande
Ana