Los violines ciegos
Publicado: Lun, 19 Oct 2009 23:50
Los ángeles no escarpan las túnicas del destino
dispuestas para desayunar a solas
y evocar la música dúctil
emanada por las sensibles cuerdas de unos violines ciegos.
Se perfila el semblante de una tez morena
arrugada y arraigada en el desaliento,
no posee pareja que le acompañe
y la merienda es otra cita a ciegas
que sin querer, invade su intimidad.
La tarde es gris y lánguida la cohorte que la vigila,
pero, aún así, guarda el llanto mientras escucha la melodía,
nadie recuerda ya el día
y la noche trata de arrebatar la elegancia pasajera de sus nubes.
Y todo es real, y todo es benigno,
como el caminante, viajero incansable sin patria.
La cena parece estar preparada,
no aguarda ningún comensal
ni prevé visita que cancele su anonimato,
así, que muy a su pesar,
mantendrá la luz de la vela encendida
y aguardará paciente el regreso de los ángeles
a la espera que escarpen las túnicas del destino.
Y mientras, anidaran de nuevo
las bellas notas de unos violines ciegos.
dispuestas para desayunar a solas
y evocar la música dúctil
emanada por las sensibles cuerdas de unos violines ciegos.
Se perfila el semblante de una tez morena
arrugada y arraigada en el desaliento,
no posee pareja que le acompañe
y la merienda es otra cita a ciegas
que sin querer, invade su intimidad.
La tarde es gris y lánguida la cohorte que la vigila,
pero, aún así, guarda el llanto mientras escucha la melodía,
nadie recuerda ya el día
y la noche trata de arrebatar la elegancia pasajera de sus nubes.
Y todo es real, y todo es benigno,
como el caminante, viajero incansable sin patria.
La cena parece estar preparada,
no aguarda ningún comensal
ni prevé visita que cancele su anonimato,
así, que muy a su pesar,
mantendrá la luz de la vela encendida
y aguardará paciente el regreso de los ángeles
a la espera que escarpen las túnicas del destino.
Y mientras, anidaran de nuevo
las bellas notas de unos violines ciegos.