Editorial Alaire

En el útero duerme la memoria del agua
y la placenta nutre la raíz del pretérito,
la vagina dilata holocaustos ambiguos,
pesebres del misterio de una estirpe de paja
porque el nato confunde vivir, con un milagro.

Ay, que llora en la cuna la inanición del habla,
calostro demorado en un pezón del orbe,
le suplica a la sien cuando grita la entraña,
mientras busca la leche de un tránsito desnudo
y el nido es una cátedra de genes que mendigan el biberón del alba.

Y sigue por la estela del río de los llantos,
sin mar porque es el agua corriente que no cesa.

La historia es una fábula del niño que no crece;
la miel del horizonte termina en un prismático que amarga los sentidos
y el todo se reduce al agua por el agua, ostracismo temprano
de un elixir errante.

Si maldice la esencia, la química se nombra un verdugo de piedra,
en el charco la lluvia se ha resuelto potable y el tiempo se hace llama
de combustión traidora.
Herejía en el fuego y la fusión del agua.

y el todo se reduce al agua por el agua,

Aunque parezca sencillo, me quedo con este verso; tienes mejores, pero siempre uno te llega más. Precioso poema
Abrazos
Pilar


Releo el poema, y cuanto más lo leo, más me gusta. Me lo quedo, con permiso

Una fiesta de imágenes y metáforas, querido amigo Rafel.
Y como siempre tu talento, derramándose verso a verso hasta ese final maravilloso.

Besos y, una vez más, mis felicitaciones.

Rafel Calle escribió:En el útero duerme la memoria del agua
y la placenta nutre la raíz del pretérito,
la vagina dilata holocaustos ambiguos,
pesebres del misterio de una estirpe de paja
porque el nato confunde vivir, con un milagro.

Ay, que llora en la cuna la inanición del habla,
calostro demorado en un pezón del orbe,
le suplica a la sien cuando grita la entraña,
mientras busca la leche de un tránsito desnudo
y el nido es una cátedra de genes que mendigan el biberón del alba.

Y sigue por la estela del río de los llantos,
sin mar porque es el agua corriente que no cesa.

La historia es una fábula del niño que no crece;
la miel del horizonte termina en un prismático que amarga los sentidos
y el todo se reduce al agua por el agua, ostracismo temprano
de un elixir errante.

Si maldice la esencia, la química se nombra un verdugo de piedra,
en el charco la lluvia se ha resuelto potable y el tiempo se hace llama
de combustión traidora.
Herejía del fuego y el transitar del agua.

Nos paseas por los orígenes, concebidos en el fuego y el agua, y nos dejas niños y huérfanos en una tierra anegada en "ríos de llantos". Literalmente parece un canto a la vida, pero otra lectura nos lleva a lo casi imposible de esa vida y la consagración de un amor maternal, más que recordado, imaginado, soñado, intuido, añorado. No podemos volver a ser niños, pero tampoco podremos dejar de serlo nunca; las arrugas del tiempo sólo son señales de lo efímero. Lo que permanece está en tu poema, amigo Rafael, incluído el miedo.

El poema se lee bien. Has arriesgado mucho en los versos largos más fácil de organizar en heptasílabos o versos aún más cortos que intesificarían el dramatismo del tema. Pero la lectura se deja llevar por las pausas bien resueltas y la armonía de los versos. Con un abrazo.
Salud.

Rafel Calle,

Maestría y tema extraodianrio
en tus versos, amigo

te felicito

me lo llevo


Un abrazo fuerte

Muchas gracias, querida amiga Pilar, te agradezco mucho el doble comentario que me regalas.
Este es el primer poema de un libro sobre el hombre inacabado. Lo escribimos tres compañeros, ya veremos qué resultará.
El agua nace aquí, y se irá desarrollando por etapas, intentaré plasmar los estadios evolutivos de la vida.
En fin, no sé si podré lograr un resultado más o menos digno, pero lo intentaré.

Un fuerte abrazo.

Genial.
Impresionante.
Es verdad que cada verso tendría muchos comentarios, muchas preguntas y explicaciones del contenido. Pero sólo deleitarse con tanta belleza que has creado es suficiente para convertir este poema en una genialidad.
Me dejas sin palabras.
Mis feliitaciones y un abrazo
Joan

Precioso Rafael, como todos. Besos

Primera edad: El nacimiento. Se hace la esencia, el agua. A partir de aquí, la moldeará el fuego.

Un abrazo.

Marcos

Muchas gracias, amiga Aubriel, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Esta es la primera iniciativa de un futuro poemario. Ya veremos lo que sale.
Un fuerte abrazo.

Magníficos alejandrinos, Rafael. Un tema y unas metáforas sorprendentes.

Felicitaciones
Un abrazo grande
Ana

En el útero duerme la memoria del agua
y la placenta nutre la raíz del pretérito,
la vagina dilata holocaustos ambiguos,
pesebres del misterio de una estirpe de paja
porque el nato confunde vivir, con un milagro.

Ay, que llora en la cuna la inanición del habla,
calostro demorado en un pezón del orbe,
le suplica a la sien cuando grita la entraña,
mientras busca la leche de un tránsito desnudo
y el nido es una cátedra de genes que mendigan el biberón del alba.

Y sigue por la estela del río de los llantos,
sin mar porque es el agua corriente que no cesa.

La historia es una fábula del niño que no crece;
la miel del horizonte termina en un prismático que amarga los sentidos
y el todo se reduce al agua por el agua, ostracismo temprano
de un elixir errante.

Si maldice la esencia, la química se nombra un verdugo de piedra,
en el charco la lluvia se ha resuelto potable y el tiempo se hace llama
de combustión traidora.
Herejía del fuego y el transitar del agua.[/quote]

Nos paseas por los orígenes, concebidos en el fuego y el agua, y nos dejas niños y huérfanos en una tierra anegada en "ríos de llantos". Literalmente parece un canto a la vida, pero otra lectura nos lleva a lo casi imposible de esa vida y la consagración de un amor maternal, más que recordado, imaginado, soñado, intuido, añorado. No podemos volver a ser niños, pero tampoco podremos dejar de serlo nunca; las arrugas del tiempo sólo son señales de lo efímero. Lo que permanece está en tu poema, amigo Rafael, incluído el miedo.

El poema se lee bien. Has arriesgado mucho en los versos largos más fácil de organizar en heptasílabos o versos aún más cortos que intesificarían el dramatismo del tema. Pero la lectura se deja llevar por las pausas bien resueltas y la armonía de los versos. Con un abrazo.
Salud.
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Muchas gracias, querido amigo Julio, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Tenía que comenzar de alguna forma y, bueno, empecé por el feto. Por supuesto que he pretendido una alegoría con todo cuanto nace y se puede sentir más allá de las entrañas. Lo que pasa es que no creo haberlo conseguido. A mí este poema no me acaba de gustar, en fin, tal vez con el tiempo...
Un fuerte abrazo.

Muchas gracias, querido amigo Ricardo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Un fuerte abrazo.

Hola Rafel
...Y es que somos agua desde que nacemos.
Me gustó el poema, amigo mío, profundo y con una lectura fluída y nírida.
Un abrazo.
Mario.

Muchas gracias, querido amigo Tristany, es un placer encontrarte entre mis versos, siempre con una palabra amable, según la costumbre que te engalana.
Un fuerte abrazo, colega.