Editorial Alaire

http://www.goldengladiator.com/images/kelso2b.jpgJohnny Jumper


Desafiantes
esperan
a la muerte,
en un redondel
de cal, su corona
brillante como un blasón,
se yergue
cual otrora yelmo
de Moctezuma;
sus efímeros palacios
les asfixian la existencia,
y noche tras noche
esperan
-como príncipes
prisioneros-
al sol,
y le escupen
aguerridas lanzas
que reverberan,
en cada confín,
de su reino
de galleras.

El día final,
en un palenque frenético,
les aguarda un contrincante;
y jubilosos empuñan
una blanca cimitarra
en el espolón,
y en su sangre brinca,
un plumaje
que crepita
al contacto con
el aliento
de ésa vorágine.

En un combate
sin cuartel,
el espín de un liquen de acero
concluye su vida palaciega,
una
nube de polvo es el epitafio
que el gallo vencedor
alardeará
a los soles dolientes.

Muy bien expresado.me ha gustado mucho, dasimágenes miu nitidas, pero también se siente la emoción. No eres un simple narrador.
Me ha emocionado, sabes transmitir.
Un abrazo
Joan

Muy interesante, Eduardo. En tu poesía siempre se hallan tus versos de historia.

Saludos y enhorabuena.

Abrazos.

Hermoso poema, amigo Eduardo, donde relatas el mundo de los gallo de pelea.
Ahora en España, salvo en las islas Canarias, los combates de gallos están prohíbidos y si se celebran son clandestinos.
En tu poema dices que los gallos van armados, creo que en América les colocan artificios cortantes que, supuestamente harán las luchas más sangrientas.
Ha sido un placer leerte.
Un cordial abrazo.

Te comparto la sensación de escalofrío que me ha dejado tu poema. Ha logrado que me detenga. Saludos.

Tristany Joan Gaspar escribió:Muy bien expresado.me ha gustado mucho, dasimágenes miu nitidas, pero también se siente la emoción. No eres un simple narrador.
Me ha emocionado, sabes transmitir.
Un abrazo
Joan

Te agradezco tu paso por este poema Joan, siempre es un placer.

Un abrazo.

[b]Marina Centeno[/b] escribió: Muy interesante, Eduardo. En tu poesía siempre se hallan tus versos de historia.

Saludos y enhorabuena.

Abrazos.

Marina (chaz, ya me había acostumbrado a decir Marina, aunque se leía Sam), gracias por tu paso, recibe un gran abrazo.

[b]Rafel Calle[/b] escribió: Hermoso poema, amigo Eduardo, donde relatas el mundo de los gallo de pelea.
Ahora en España, salvo en las islas Canarias, los combates de gallos están prohíbidos y si se celebran son clandestinos.
En tu poema dices que los gallos van armados, creo que en Américales colocan artificios cortantes que, supuestamente harán las luchasmás sangrientas.
Ha sido un placer leerte.
Un cordial abrazo.

Efectivamente Rafel, amigo, al menos en México las peleas terminan con la muerte de alguno de los contrincantes y van, amarrados a una navaja de acero. Y aunque escalofriante puede parecer esa costumbre, sus tragedias se extienden más allá, a los dueños mismos de los gallos que llegan a apostar la vida misma en los palenques.

Un abrazo.

[b]Aigua Maria[/b] escribió: Te comparto la sensación de escalofrío que me ha dejado tu poema. Ha logrado que me detenga. Saludos.

Gracias Aigua por tu lectura, es un placer leer tu comentario.

Saludos.

Un estupendo, poema, Eduardo, que, además, logra estremecer... Me gusta tu manera de entender la poesía.

Un placer,

Carmen

carmen iglesia escribió:Un estupendo, poema, Eduardo, que, además, logra estremecer... Me gusta tu manera de entender la poesía.

Un placer,

Carmen

Gracias Carmen, por tu presencia. Recibe un abrazo sincero.