Editorial Alaire

Tu cuerpo
un poema herido
una noche temprana
ese sabor a ceniza
de los llantos silenciosos
la inocencia de arena
donde mece la brisa
su sueño de muerte
atardece la furia
imposible de siglos
y la cuchilla

yo te habito niña mía
con mi carga de culpa
y amor insurrecto
tú me dueles
cuando ya viejito
vuelvo de la guerra
de labrar las simples cosas
de mi mundo de padre

guardemos el secreto
no se entere la vida

.




Un bello poema, amigo Valentin, con algunos enigmas, mas que no se merece el cero. Un gusto leerte. Bravo, poeta!

Abrazos - Iben




.

Un hermoso poema, Valentín, en su construcción y contenido. Ha sido un gusto leerte.

Saludos para ti.


Martín Desormeaux.-

No sólo me gusta cuando te leo sino que, además, lo que es más importante para mí, siempre me emocionas...

Un placer,

Carmen

Un poema con ese complejo de culpa ante la mirada. Un gusto seguir tus versos
Abrazos
Pilar

Gracias, Iben, por salvar al poema del cero y elevarlo con tus cálidas palabras.

Un abrazo.

Quizás uno no debiera de culparse nunca por amar, quizás.

Me gusta como escribes, me toca la fibra.

Saludos

Gracias, Martin, por detenerte en estos versos y dejar tu palabra.

Un abrazo.

Mi querido Val, me quedo un ratito en tus versos, en el poema herido y en las sílabas que se esconden tras los años. Nada se ha perdido mientras quede un verso que pueda surgir de un corazón como el tuyo, porque ellos perduran y abren brechas dulces.
No sabes cómo he lamentado no poder estar en Madrid, pero nos debemos un abrazo, tan grande como este que te mando ahora, con todo mi cariño.
Qué belleza tan tierna tienen tus palabras siempre.

Un besote

Sara

Carmen, me parece una osadía por mi parte emocionar con unos versos a una poeta de tu talla, pero tus palabras me dejan anchísimo: creo que estoy empezando a saber lo que es el orgullo.
Gracias por la lectura, amiga, y por esa hermosa huella que es tu comentario.

Un beso.

Gracias, Pilar, por tus palabras de aliento. Y feliz día de tu santo, que está al caer.

Un beso.

No me atrevo ni a respirar leyendo tus versos.
Hay versos que se metabolizan conmigo para erizarme la piel y dejarme muda.
Me llegas al alma cuando desde tu mundo de padre te angustias.
Saludos.
Amparo

Hola Valentín. Acabo de leer este emotivo y bello poema en otro sitio, me reitero en lo dicho, me gustó. Un abrazo.
Mario.

Un poema hermoso, de una complicidad exquisita que se acentúa en los versos de cierre. Con su estructura vertical se va dejando caer, discurrir los versos, con ternura e intensidad, como un arroyo fresco por entre una Naturaleza sensual y llena de aromas turbadores. La ausencia de puntuación parece un recurso puesto al servicio de esta intención. Enhorabuena.
Salud.

Ana, no hay amores culpables, eso seguro.
Te agradezco que te hayas detenido en el poema, que hayas dejado estas cálidas palabras.
Un beso.