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¡Oh, Dios!

Publicado: Lun, 05 Oct 2009 23:11
por Alejandro Costa López
¡Oh, Dios!
¿cuántos mercaderes hacen falta para entender tu fatiga?
En siglos, lloraste desde los cielos más alejados,
naufragaste en los verdes mares y apaciguaste océanos enrabietados,
lavaste moradas de ladrones y quemaste hierbas de sangre,
perseguiste a los indefensos labriegos para ser azotados como rebaño,
abriste tus manos heridas y quedó crucificada el alma,
y de llanto, se forjaron la redes que pescarían paz y vida.
Pero te equivocaste,
no calculaste el tiempo de la agonía,
las miradas en cruces y las gargantas sangrantes,
la avaricia y el poder, la enfermedad pretenciosa y la muerte sin juez.
Te equivocaste de cielo, de mar, de tierra y de animal racional,
dejaste que se llenara el limbo de sangre cuajada,
de bocas secas y llenas de sed,
no permitiste que lucharán los ingrávidos, los nobles,
ni dejaste gritar a aquellos justos su verdad.
Y hoy, no hay océanos inmensos, ni cielos descampados,
no hay palomas, ni aire, lluvia, o una simple flor creciendo en el fango.
Calculaste mal el tiempo, o no supiste proteger tu legado.
¡Oh, Dios!
las garras de tu ira,
desgarran de mi voz, la palabra.

re: ¡Oh, Dios!

Publicado: Mar, 06 Oct 2009 9:42
por Julio Gonzalez Alonso
Leo admirado y asombrado tu poema, Alejandro, en ese tono majestuoso, en ese estilo dialogante, oratorio, que encierra tanta razón para la reflexión sobre la realidad de la existencia humana. Un hermoso poema muy bien construido, eficaz, y que suena -lo que me parece más importante- sincero. Mi enhorabuena.
Salud.

re: ¡Oh, Dios!

Publicado: Mar, 06 Oct 2009 13:10
por Pilar Morte
Me ha encantado tu poema, la profunda reflexión que haces de Dios. Felicidades
Abrazos
Pilar