Editorial Alaire

En esta tierra
la poesía supura al sol, el arte reverbera
en un charco al lado del camino.

Yo percibo sus reflejos llameantes,
los inocentes destellos que, también, desde la hoja del arado
se proyectan en mis ojos,
y como brillos que vinieran a decirme,
me pronuncian.

Muchacho,
la yesca prende en ti como querías, pero tu vida
queda, así, al margen de los hombres,
extraordinariamente
solo, quedas, ocupando, quizá,
el hueco de esta piedra
que apartas con la bota del camino.

Ahora
tú eres la piedra y a la vez el vacío,
su soledad de guijarro.
La poesía

Así se siente uno muchas veces, todo aquel que se siente poeta...tras el despertar surge el sentimiento de soledad, de orfandad, una voz que ahonda en el vacío, observa la quietud de la naturaleza; una voz rebelde ante la realidad que le envuelve, intentado descifrar todo lo que nos da el milagro de la vida, todas sus incógnitas sin respuetas, todo lo que se esboza ante la conciencia de ser...esto me sugirió a mí la lectura de tu poema...grato compartirlo Emilio. Un afectuoso abrazo.

javi

Quizá en cierto modo así es la poesía: La soledad del individuo, del poeta.

Un abrazo.

Marcos

Tu poesía es diferente, Emilio, tiene esa serenidad y esas raíces que se adentran en la tierra, en el paisaje, y en la profunda humanidad que todavía subsiste en los entornos no urbanos. Siempre sabe a poco leerte, creo que a muchos nos gustaría que te prodigaras más. Un fuerte abrazo.

Un poema precioso, Emilio, que encierra todo ese misterio que, al fin y al cabo, también es la poesía.

Muchacho,
la yesca prende en ti como querías, pero tu vida
queda, así, al margen de los hombres,
extraordinariamente
solo, quedas, ocupando, quizá,
el hueco de esta piedra
que apartas con la bota del camino.

La estrofa enciende la esencia poética, y describe con gran naturalidad ese lugar que se sitúa en una realidad casi alterntiva, cuerpo y espacio confundidos en una sola sombra, a la espera de esa chispa que siempre vamos a esperar.

Un placer, compañero.

Luis Oroz.

Yo no sé comentar poemas pero creo que sí sé leerlos... Ya te lo ha dicho Luis, es una preciosidad y también te lo ha dicho Ramón: haces una poesía diferente y muy especial y, al igual que a Ramón, me gustaría tener la oportunidad de disfrutarla con mucha más frecuencia...

Un beso grande hasta Ciudad Real,

Carmen

Un hermoso poema, Emilio, de esos que sugieren espíritu y naturaleza sobre el papel para hallar el verso. Me encanta
Un placer leerte, de veras.
Abrazos
Pilar

¡Qué bien lo haces, Emilio! y que gusto da reencontrarse con tus letras.

Un abrazo enorme.

Que poema, Emilio! Lo he leido varias veces y cada vez deja más rastro, esa luz propia de los textos que ya son eternos...

Aplausos y un montonazo de felictaciones!!!

Hallie

me ha gustado mucho esta poesía con la que de alguna manera me siento identificado.
La metáforas son preciosas.
Te felicito por escribir con tanto sentimiento y calidad.
Un abrazo
Joan

Emilio Aparicio escribió:
En esta tierra
la poesía supura al sol, el arte reverbera
en un charco al lado del camino.

Yo percibo sus reflejos llameantes,
los inocentes destellos que, también, desde la hoja del arado
se proyectan en mis ojos,
y como brillos que vinieran a decirme,
me pronuncian.

Muchacho,
la yesca prende en ti como querías, pero tu vida
queda, así, al margen de los hombres,
extraordinariamente
solo, quedas, ocupando, quizá,
el hueco de esta piedra
que apartas con la bota del camino.

Ahora
tú eres la piedra y a la vez el vacío,
su soledad de guijarro.
La poesía

Emilio, un gusto leerte. Ya te lo han dicho casi todo. Estructuralmente, tu poema me parece redondo, sin tacha; el empleo del encabalgamiento le imprime un ritmo contínuo y al mismo tiempo cada pausa de verso guarda un aliento propio. Como bien dice Carmen, yo no sé comentar poemas, pero sé sentirlos, olfatearlos, vestirlos. Y esta metapoesía viste muy bien, porque esta escrita con honestidad; ésta y tu poesía del padre, son de lo mejor que te he leído.

Saludos.

Javier Cañas Belmar escribió:Así se siente uno muchas veces, todo aquel que se siente poeta...tras el despertar surge el sentimiento de soledad, de orfandad, una voz que ahonda en el vacío, observa la quietud de la naturaleza; una voz rebelde ante la realidad que le envuelve, intentado descifrar todo lo que nos da el milagro de la vida, todas sus incógnitas sin respuetas, todo lo que se esboza ante la conciencia de ser...esto me sugirió a mí la lectura de tu poema...grato compartirlo Emilio. Un afectuoso abrazo.

javi

Muchas gracias, Javier, por tu reflexión del todo atinada. La soledad que está presente en todo ser que intenta ir un poco más allá de las convenciones. Un saludo

Marcos de la Mancebía escribió:Quizá en cierto modo así es la poesía: La soledad del individuo, del poeta.

Un abrazo.

Marcos

Gracias Marcos por pasar. Un saludo

Ramón Carballal escribió:Tu poesía es diferente, Emilio, tiene esa serenidad y esas raíces que se adentran en la tierra, en el paisaje, y en la profunda humanidad que todavía subsiste en los entornos no urbanos. Siempre sabe a poco leerte, creo que a muchos nos gustaría que te prodigaras más. Un fuerte abrazo.

Gracias, Ramón, por la lectura, también por reclamar más mi presencia en el foro; aunque si bien no escribo demasiado y, por lo tanto, no publico, si que entro muchas veces a leer. Y como bien sabes, tus poemas siempre están entre mis lecturas predilectas. Un abrazo

Luis Oroz escribió:Un poema precioso, Emilio, que encierra todo ese misterio que, al fin y al cabo, también es la poesía.

Muchacho,
la yesca prende en ti como querías, pero tu vida
queda, así, al margen de los hombres,
extraordinariamente
solo, quedas, ocupando, quizá,
el hueco de esta piedra
que apartas con la bota del camino.

La estrofa enciende la esencia poética, y describe con gran naturalidad ese lugar que se sitúa en una realidad casi alterntiva, cuerpo y espacio confundidos en una sola sombra, a la espera de esa chispa que siempre vamos a esperar.

Un placer, compañero.

Luis Oroz.

Siempre es un privilegio encontrarte por aquí, Luis. Muy agradecido por tu comentario. Un saludo