Editorial Alaire

Granadas

Eran las once
de esa
noche patria,
la plaza teñida de confines
de árboles que
cantaban a los puestos
de comida y artesanías,
bullía de hombres y mujeres
niños o ancianos.
En el centro del zócalo
un asta bandera
flameaba tres colores
como un relámpago,
el pecho del esquilón
y la música del pueblo
vibraban
al unísono.
Eran las once
de esa
noche en que
el ímpetu de los chiquillos
insuflaba sobre los rehiletes,
ondeando
como tafetanes; nadie
sabía al llegar a la plaza,
que Deimos acechaba y
de un rincón
alguien exclamó:
¡qué dios me perdone!
y lanzó al pueblo
un riñón explosivo,
una hoz de aguijones
una
granada. Luego
huyó
entre las sombras
como un alacrán que muerde
y vuelve al barro.
La carne desprendida
del pueblo,
el aullido de las ambulancias,
y la penumbra
latente del miedo, apagaron
la flama tricolor de esa plaza
desde entonces, en esa asta bandera
son las once de la noche.

Hechos conmovedores y a la vez vergonzosos para un país que celebra su independencia y libertad, teñida de violencia.

Tu voz es clara y limpia en una narrativa de hechos reales, tristemente reales.

Saludos y abrazos, Querido Eduardo.

Compañero, sentidas palabras de hechos que tan lejanos parecen ahora pero que no deberiamos de olvidar jamas.

Un abrazo.

Versos llenos de sentimientos por unos hechos que no logramos comprender
Un abrazo
Pilar

Samantha Fernandez escribió:Hechos conmovedores y a la vez vergonzosos para un país que celebra su independencia y libertad, teñida de violencia.

Tu voz es clara y limpia en una narrativa de hechos reales, tristemente reales.

Saludos y abrazos, Querido Eduardo.

[b]Bismark Estrada[/b] escribió: Compañero, sentidas palabras de hechos que tan lejanos parecen ahora pero que no deberiamos de olvidar jamas.

Un abrazo.

[b]Pilar Morte[/b] escribió: Versos llenos de sentimientos por unos hechos que no logramos comprender
Un abrazo
Pilar

Marina, Bismark, Pilar
agradezo su paso por este poema, un sincero abrazo.

Eduardo

Siempre encuentro algo especial en tu poesía y es un verdadero gusto, en serio...

Abrazos,


Carmen

Este poema nos duele y nos agoniza en el cuarto de la derrota. Habrá un futuro más limpio y cristalino sin el humo que corrompe; y tú, amigo del alma, dejas tu valioso granito de arena para todos los sueños de la humanidad...

Un abrazo enorme,

Hallie

Un durísimo manifiesto dentro de una envultura hermosa y personalísima que ha sido un placer leerte, amigo Eduardo. Incomprensibles hechos que explotan en la ilusión de por vida.
Un cordial abrazo.

La infamia y la vesania como bandera. Puerca vida. Por momentos me avergüenzo de ser humano.

Un abrazo.

Marcos

carmen iglesia escribió:Siempre encuentro algo especial en tu poesía y es un verdadero gusto, en serio...

Abrazos,


Carmen

Gracias Carmen por tu lectura. Y doble gracias por tu comentario.

Un sincero abrazo.

[b]Hallie Hernández Alfaro[/b] escribió: Este poema nos duele y nos agoniza en el cuartode la derrota. Habrá un futuro más limpio y cristalino sin el humo quecorrompe; y tú, amigo del alma, dejas tu valioso granito de arena paratodos los sueños de la humanidad...

Un abrazo enorme,

Hallie

Hallie querida, gracias por tu lectura. Siempre necesaria y genrosa.

Un abrazo sincero para vos.

[b]Rafel Calle[/b] escribió: Un durísimo manifiesto dentro de una envulturahermosa y personalísima que ha sido un placer leerte, amigo Eduardo.Incomprensibles hechos que explotan en la ilusión de por vida.
Un cordial abrazo.

Gracias Rafel, amigo, por tu lectura. Recibe un saludo sincero y afectuoso.

[b]Marcos de la Mancebía[/b] escribió: La infamia y la vesania como bandera. Puerca vida. Por momentos me avergüenzo de ser humano.

Un abrazo.

Marcos

Gracias Marcos por tu lectura, y por tu comentario, coincido contigo en el.

Un abrazo.

Eduardo R. de la Cruz escribió:Granadas

Eran las once
de esa
noche patria,
la plaza teñida de confines
de árboles que
cantaban a los puestos
de comida y artesanías,
bullía de hombres y mujeres
niños o ancianos.
En el centro del zócalo
un asta bandera
flameaba tres colores
como un relámpago,
el pecho del esquilón
y la música del pueblo
vibraban
al unísono.
Eran las once
de esa
noche en que
el ímpetu de los chiquillos
insuflaba sobre los rehiletes,
ondeando
como tafetanes; nadie
sabía al llegar a la plaza,
que Deimos acechaba y
de un rincón
alguien exclamó:
¡qué dios me perdone!
y lanzó al pueblo
un riñón explosivo,
una hoz de aguijones
una
granada. Luego
huyó
entre las sombras
como un alacrán que muerde
y vuelve al barro.
La carne desprendida
del pueblo,
el aullido de las ambulancias,
y la penumbra
latente del miedo, apagaron
la flama tricolor de esa plaza
desde entonces, en esa asta bandera
son las once de la noche.

Hola, compañero. Tu poesía siempre me sorprende, no solo porque me parece de una factura irreprochaple, sino porque me hace pensar. Me zarandea. Lo que quiere decir, que me quita el sosiego o me lo da, a partes iguales. Cuando pienso que vas a poner tu pie en la huella de otro, o que esa idea que se vislumbra en un principio, de tan sencilla, va a resultar una obviedad, de repente das un giro tan brusco y tan genial, que uno queda con la sensación amarga de autoreproche por haber sentido, desconfianza, aunque solo fuese durante unos segundos, hacia un poeta, que ya ha ofrecido pruebas más que suficientes de su maestría. Siempre te sigo. Eres una referencia, sin duda. Un abrazo

Emilio Aparicio escribió: Hola, compañero. Tu poesía siempre me sorprende, no solo porque me parece de una factura irreprochaple, sino porque me hace pensar. Me zarandea. Lo que quiere decir, que me quita el sosiego o me lo da, a partes iguales. Cuando pienso que vas a poner tu pie en la huella de otro, o que esa idea que se vislumbra en un principio, de tan sencilla, va a resultar una obviedad, de repente das un giro tan brusco y tan genial, que uno queda con la sensación amarga de autoreproche por haber sentido, desconfianza, aunque solo fuese durante unos segundos, hacia un poeta, que ya ha ofrecido pruebas más que suficientes de su maestría. Siempre te sigo. Eres una referencia, sin duda. Un abrazo

Emilio, te agradezco la sorpresa, yo creo que uno anda en un camino que de tanto recorrido, las huellas de los demás ya se adivinan propias. Decía Pound algo como que cada doscientos años nacía un poeta y durante cientonoventainueve años seguidores, yo supongo que él mismo se consideraba el poeta y a nosotros los cientonoventainueve, pero creo que se equivocaba, cada poeta es una manifestación singular, incluso, cada lectura a un mismo poema, no es el mismo poema.

Un placer saludarte amigo.

Eduardo.

Tu poema es realista y duro. Un poema que motiva al pensamiento a la rabia y a la desesperación de no poder actuar frente a unos hechos que tan bien expones en tu poema.
Me ha gustado mucho.
Mis felicitaciones y un abrazo
Joan

Tristany Joan Gaspar escribió:Tu poema es realista y duro. Un poema que motiva al pensamiento a la rabia y a la desesperación de no poder actuar frente a unos hechos que tan bien expones en tu poema.
Me ha gustado mucho.
Mis felicitaciones y un abrazo
Joan

Agradezco tu comentario Joan, el poema según yo, o debe conmover o suele convertirse en una olvidable historia de pasillo.

Un abrazo.