Entre tu olvido y la muerte
Publicado: Sab, 26 Sep 2009 5:40
Sé muy bien que no te quiero,
me lo dice mi buen juicio
y este tiempo, carcelero
que a veces saca de quicio.
Sé muy bien que nuestras huellas
ya no significan nada,
que no existen las estrellas
que asoman en tu mirada.
¿Pero cuál es el motivo
por el que abro tu ilusión
en cada verso que escribo?
¿Cómo digo a mi razón
que es absurda su arrogancia,
que ya no debo quererte,
si es tan corta la distancia
entre tu olvido y la muerte?
Ya no hay magia entre tus manos,
ya no derramas ternura,
ni existen esfuerzos vanos
de este sueño que perdura;
ya no vibro con tu piel
deslizándose en mi boca
ni vacío en un papel
todo lo que me provoca.
¿Pero cómo doy consuelo
a mi mano que procura
los afluentes de tu pelo
que en cascadas de frescura
embriagaba en tu fragancia
a este sueño de tenerte,
cuando corta es la distancia
entre tu olvido y la muerte?
En tus ojos ya no hay brillo
que alumbre mi madrugada
ni a mis sueños hoy maquillo
con tu risa enamorada.
Y no eres faro de amor
que alumbrar pueda mis pasos
ni tampoco tu esplendor
puede curar mis fracasos.
Pero… ¿cómo extirpo el llanto
que carcome aún mis ojos
cuando un ominoso manto
va envolviendo los despojos
de mi anhelo que se escancia
en el mito de quererte,
si es tan corta la distancia
entre tu olvido y la muerte ?
Ya no pongo el corazón
para que tú lo seduzcas;
ya no guardo tu perdón
por si alguna vez me buscas;
no te ofrendo los gemidos
de mis negras cuitas diarias
ni te busco en los latidos
de estas noches solitarias.
Mas no tengo explicación
para un corazón cautivo
que bebió de tu canción
y la convirtió en motivo
por el que yace en el ansia
que en la tristeza se vierte
cuando es corta la distancia
entre tu olvido y la muerte.
- Javier
me lo dice mi buen juicio
y este tiempo, carcelero
que a veces saca de quicio.
Sé muy bien que nuestras huellas
ya no significan nada,
que no existen las estrellas
que asoman en tu mirada.
¿Pero cuál es el motivo
por el que abro tu ilusión
en cada verso que escribo?
¿Cómo digo a mi razón
que es absurda su arrogancia,
que ya no debo quererte,
si es tan corta la distancia
entre tu olvido y la muerte?
Ya no hay magia entre tus manos,
ya no derramas ternura,
ni existen esfuerzos vanos
de este sueño que perdura;
ya no vibro con tu piel
deslizándose en mi boca
ni vacío en un papel
todo lo que me provoca.
¿Pero cómo doy consuelo
a mi mano que procura
los afluentes de tu pelo
que en cascadas de frescura
embriagaba en tu fragancia
a este sueño de tenerte,
cuando corta es la distancia
entre tu olvido y la muerte?
En tus ojos ya no hay brillo
que alumbre mi madrugada
ni a mis sueños hoy maquillo
con tu risa enamorada.
Y no eres faro de amor
que alumbrar pueda mis pasos
ni tampoco tu esplendor
puede curar mis fracasos.
Pero… ¿cómo extirpo el llanto
que carcome aún mis ojos
cuando un ominoso manto
va envolviendo los despojos
de mi anhelo que se escancia
en el mito de quererte,
si es tan corta la distancia
entre tu olvido y la muerte ?
Ya no pongo el corazón
para que tú lo seduzcas;
ya no guardo tu perdón
por si alguna vez me buscas;
no te ofrendo los gemidos
de mis negras cuitas diarias
ni te busco en los latidos
de estas noches solitarias.
Mas no tengo explicación
para un corazón cautivo
que bebió de tu canción
y la convirtió en motivo
por el que yace en el ansia
que en la tristeza se vierte
cuando es corta la distancia
entre tu olvido y la muerte.
- Javier