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El porvenir de una Ilusión.

Publicado: Dom, 20 Sep 2009 1:15
por Gabriel Vidal
Sobre el tablero varias piezas de ajedrez.
Uno de los peones exclama:

¡Saben estoy cansado de tantas peleas,
de tanto sobresalto! Pasan los años y es lo mismo:
el salvaguardar a nuestro soberano de los ataques,
del encono, de la eterna rivalidad del Rey blanco.
Estoy molesto y rabio por esta solidaridad
con un monarca narcisista. ¡Ya no veo en mi amo mi ideal,
ya no mas!. Después de tantas luchas
comienzo a pensar tan solo en mi mismo.

Un segundo peón expresa:
Somos imprescindibles, en las batallas,
somos el alma del ajedrez, unidos procuramos
a los participes la satisfacción de un arte
que por otro lado permanece inasequible
a las masas, hablo de la cultura.
El arte elude la frustración del mundo exterior
y nos brinda satisfacción en la creación,
en la encarnación de fantasías,
en la solución de problemas,
en el descubrimiento de la verdad.

-¡Pamplinas! -vociferó un tercer Peón-
soy hostil a la cultura.
No tengo miedo a ninguno de mis rivales,
¡Ah, de aquel que se atraviese en mi camino!
Me place complacer mis instintos, mi canibalismo:
¡Peón por Peón!. No quiero limitaciones, ni privaciones,
soy adverso a la civilización, el precio que se paga
por el progreso de la cultura: es la infelicidad.

En el escenario de la batalla
el caballo se encuentra exangüe.
El alfil que aun resistía en el tablero intervino:

- Las Moiras son las dueñas y señoras de la naturaleza,
sus designios son impenetrables,
ellas marcan a cada quien su destino,
de los mortales y el de los dioses
y el de la mismísima Caissa.
Cloto, la Hilandera, hila, el hilo de la vida.
Láquesis la Distribuidora de Suerte,
decide su duración y asigna a cada quien su destino
y Atropo la Inexorable, lleva las temibles tijeras
que cortan el hilo de la vida en el momento apropiado.

-¡La ignorancia es la ignorancia!
–Discrepo el Peón Negro Torre de Rey
persistía estoico- ¡No es posible derivar de ella
un derecho a creer en algo!
doctrinas religiosas no son sino ilusiones,
habituarse a temprana edad a aceptar
sin crítica los absurdos, una niñez tutelada
por la restricción intelectual.

Desistamos de humanizar a la naturaleza,
de imputarle omnipotencia paternal en un intento
hacer tolerable nuestra indefensión.
Debemos reconocer nuestra impotencia
e infinita pequeñez, no considerarnos el centro de la creación.
Vencer el infantilismo; superarlo, salir a la vida.
Fiarnos de la primacía del intelecto,
confiar en muestras propias fuerzas
nos enseña cuando menos a emplearlas con acierto.

La mudanza de opinión es evolución y progreso,
nada logra resistir a la razón y la experiencia.
Minutos después sobre el tablero se desplomo el rey níveo.

Publicado: Dom, 20 Sep 2009 17:34
por Tristany Joan Gaspar
Muy bueno e ingenioso tu poema aplicable no sólo al tablero de ajedrez sino a la vida real como queda corraborado en las dos útimas estrofas.
Todos somos piezas, distintas, pero piezas.
Mis felicitaciones por tu ingenio y un abrazo
Joan

Re: El porvenir de una Ilusión.

Publicado: Lun, 21 Sep 2009 20:43
por Gabriel Vidal
Hola Joan Gracias por tu amistad Es agradable saber que te gusto

Un abrazo.

Publicado: Lun, 21 Sep 2009 23:05
por Aubriel Camila de la Prad
Así en el ajedrez como en la vida, cierto?
Coincido con Joan, me parece un poema muy ingenioso.
Me gustó mucho, Gabriel.

Besos.

Publicado: Vie, 25 Sep 2009 0:18
por Gabriel Vidal
Aubriel Camila de la Prad escribió:Así en el ajedrez como en la vida, cierto?
Coincido con Joan, me parece un poema muy ingenioso.
Me gustó mucho, Gabriel.

Besos.


Hola Aubriel


Gracias por tus palabras Recibe mi cariño

Gabriel