Editorial Alaire

Uno no puede sentarse
a escribir
poemas de amor como si nada
mientras afuera
la ciudad se envuelve gris
se humedece y sangra
como un pez plateado
clavado en la lanza.
Uno no puede sentarse
a escribir
poemas de amor como si nada
mientras adentro
no funciona nada
nada más que el hígado
ni la polla
ni el cerebro
ni el corazón.
Uno no puede sentarse
a escribir
poemas de amor como si nada
en este estado de sobriedad
tan falso, tan terrible,
tan mezquino, tan
insoportable.
Uno no puede sentarse
simplemente a escribir
como si no pasara
nada, porque ves desde lejos
que todo explota
y nadie te ha invitado a morir
en su compañía.
Uno nada más que puede sentarse
a escribir poemas de amor
y ver la ciudad herida
y servirse un trago
y terminar rápido
de escribir, de beber,
para ver
como todo estalla
tras la copa vacía
tras los versos malditos.

Un buen poema, sí señor/a, y tenía ganas, la verdad, de leer algo decente -poéticamente hablando- ya. Muy interesante su forma de entender la poesía y de llevarla asi, sin más, hasta nosotros. Airosa, fuerte, sin cumplidos cortesanos ni halagos innecesarios a la pulcrítud lingüística. Pero créeme, que la poesía, tu poesía, me ha llegado. Felicidades.


Javier

No te había leído antes y me ha gustado tu propuesta. Realmente lo podríamos situar en los terrenos del malditismo, aunque con muchas comillas.
En cuanto a lo de hacer poemas de amor y todo eso, es sorprendente cómo en tiempos muy difíciles (guerras, etc...) prolifera desaforadamente la poesía amatoria. Tal vez como escape de la muerte. Por contra, en entreguerras (si es que se puede hablar relamente de entre guerras) aparece mucho más la poesía grito, existencial, maldita y nihilista. Será por la necesaria digestión de los horrores.

Un abrazo.

Siempre me ha gustado como escribes.

Un placer,

Carmen

Muchos besos bañados de cerveza para todos.
Y, sé que tengo que hacerlo, en especial para ti, Carmen.
Tú sabes por qué. Ahí le has dado, ahí es donde se sabe cómo son las personas.
Gracias, de verdad.
Y besos.

Ge. García escribió:Uno no puede sentarse
a escribir
poemas de amor como si nada...
...Uno nada más que puede sentarse
a escribir poemas de amor...
...tras la copa vacía
tras los versos malditos.

Me gusta lo poético de tus versos, semejan una canción, pero va a ser que no estoy de acuerdo con ellos, porque, estando enamorado, uno puede escribir poemas de amor en cualquier circunstancia, aunque no venga mal tener una copa cerca.

Un abrazo.

Marcos

Ge. García escribió:Muchos besos bañados de cerveza para todos.
Y, sé que tengo que hacerlo, en especial para ti, Carmen.
Tú sabes por qué. Ahí le has dado, ahí es donde se sabe cómo son las personas.
Gracias, de verdad.
Y besos.

Bah, yo no sé nada... sólo que a veces se me va la pinza y que me encanta la cerveza...

Un placer poder comentarte, de verdad.

Besos,

Carmen