SON POETAS
Publicado: Mié, 16 Sep 2009 3:06
Se juntan en una esquina, se amontonan,
se besan, se muerden,
se sirven un café, se acusan, se coaccionan.
Sufren hasta que la lluvia toca sus gargantas,
sienten la vergüenza del amor vegetal
yel dolor del nudismo de todas las alegrías.
Se rompen los dedos una y otra vez con igual piedra,
aman y odian, bostezan y tiritan,emigran y retornan.
Riegan sobre endecasílabos la greda temporal de la palabra,
miden, suman, restan,mueren, matan.
Son los herederos de la cripta,
los guerrilleros de la luz y del subsuelo.
Alucinan como mariposas al amparo de la luna,
lamen la inercia del cosmos
disfrazados de gerentes y de obreros,
tocan la epidermis de los hongos
con la mueca sublevadaentre los cejos.
Son hombrescomo yo, mujeres como tu,
hombres y quizá mujeres, mujeres y quizá hombres,
arrugando las tensiones,
cantando y puteando contra el mundo.
Nostálgicos gemidos de cielo y de pantanos,
en un universo de transistores y pantallasplanas.
Burbujean como lavas de volcanes,
violan la solemnidad de los sonetos y las cuartetas,
avanzan, investigan, rezan y blasfeman,
enfatizan la caldera donde se cocina elverso,
para bombardear el templo de la bestia y agotar la risa
en misterios demetáforas y espontáneas cavilaciones.-
Son ellos,sembradíos de consciencias
entre ángeles ausentes y dioses presentidos,
estallan en la plenitud de la creación
y germinan civilizaciones entre lashojarascas del camino.
Son vestigios del pasado, son la pista del presente,
son las guías del futuro,olvidados o inmortales,
son la tierra, el canto, el dolor, la alegría, latristeza.
Son hombresy mujeres, o ambas cosas
Llevan el signo encarnado en el germen,
se confunden con su sombra y se asustan ante losespejos,
se reproducen y disipan, recorriendo las huellas del árbol y elgemido.
Se destruyen y modelan, abren y cierran la tumbas y las puertas,
seelevan como globos simbióticos
cegando las fronteras de las jaulas y losgritos,
con los ojos brillantes en la noche,
con el pecho abierto a la batalla,
con las manos desgarradas en la nada,
con el hueco poseído
en las venas rimbombantes de su don y su flaqueza.
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WalterFaila
se besan, se muerden,
se sirven un café, se acusan, se coaccionan.
Sufren hasta que la lluvia toca sus gargantas,
sienten la vergüenza del amor vegetal
yel dolor del nudismo de todas las alegrías.
Se rompen los dedos una y otra vez con igual piedra,
aman y odian, bostezan y tiritan,emigran y retornan.
Riegan sobre endecasílabos la greda temporal de la palabra,
miden, suman, restan,mueren, matan.
Son los herederos de la cripta,
los guerrilleros de la luz y del subsuelo.
Alucinan como mariposas al amparo de la luna,
lamen la inercia del cosmos
disfrazados de gerentes y de obreros,
tocan la epidermis de los hongos
con la mueca sublevadaentre los cejos.
Son hombrescomo yo, mujeres como tu,
hombres y quizá mujeres, mujeres y quizá hombres,
arrugando las tensiones,
cantando y puteando contra el mundo.
Nostálgicos gemidos de cielo y de pantanos,
en un universo de transistores y pantallasplanas.
Burbujean como lavas de volcanes,
violan la solemnidad de los sonetos y las cuartetas,
avanzan, investigan, rezan y blasfeman,
enfatizan la caldera donde se cocina elverso,
para bombardear el templo de la bestia y agotar la risa
en misterios demetáforas y espontáneas cavilaciones.-
Son ellos,sembradíos de consciencias
entre ángeles ausentes y dioses presentidos,
estallan en la plenitud de la creación
y germinan civilizaciones entre lashojarascas del camino.
Son vestigios del pasado, son la pista del presente,
son las guías del futuro,olvidados o inmortales,
son la tierra, el canto, el dolor, la alegría, latristeza.
Son hombresy mujeres, o ambas cosas
Llevan el signo encarnado en el germen,
se confunden con su sombra y se asustan ante losespejos,
se reproducen y disipan, recorriendo las huellas del árbol y elgemido.
Se destruyen y modelan, abren y cierran la tumbas y las puertas,
seelevan como globos simbióticos
cegando las fronteras de las jaulas y losgritos,
con los ojos brillantes en la noche,
con el pecho abierto a la batalla,
con las manos desgarradas en la nada,
con el hueco poseído
en las venas rimbombantes de su don y su flaqueza.
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WalterFaila