Editorial Alaire

Ignacio Fajardo escribió:Intuyo dualidad en tu poema, asunto que trato con frecuencia. Y es que somos tantos y solamente uno que nos damos el lujo de elegir. El problema es cuando elige el otro, el de las moscas. Y claro, Montmartre y luces. ¿Cómo no?.

Un beso con cariño.

javierdicenzo80 escribió:Buenos versos amiga
felicitacion
javier

Marcos de la Mancebía escribió:Como el perro del hortelano; pero Montmartre ya no tiene huertos, se los llevó la comuna.

Sinembargo, Mark Knopfler canta al compás de una guitarra:

Je suis désolé, mais je n'ai pas le choix
Je suis désolé, mais la vie me demande ça

Un beso.

Marcos

Hallie Hernández Alfaro escribió:Muy hermoso, Concha. Lamento no haberlo leido y disfrutado antes.

Enhorabuena y muchos aplausos, poeta!

Hallie

Concha Vidal escribió:Te presiento como moscarda en estío zumbándome las orejas,
ni haces, ni dejas hacer el amor a la pata coja, si es el gusto,
ni comes, ni dejas comer sandías en el rincón más abrupto de la luna,
ni bebes, ni dejas beber el mosto dulzón, caliente de las uvas en Abril.

Vas cosiendo los harapos de tus muecas a la sombra de este nombre
que no es nada y nada esconde, nada trueca por derivar el pronombre NOS,
de plural a singular.

Mientras tanto las baladas de Mark Knopfler se deslizan por las rejas
de esta vida en NOS tan plena.
Lo siento por vos, O´Hara, el ocaso y la colina forman la figura exacta,
¿ qué tal un Clark Gable como límite al teatro?

Si permites, hay unos cuantos dedos que apoyan la fuerza de la sonrisa.
Y los quiero.
Necesito las líneas abiertas sin fonos colgando hipos a las luces de Montmartre.

Marisa Peral escribió:

Concha Verónica Vidal escribió:
Te presiento como moscarda en estío zumbándome las orejas,
ni haces, ni dejas hacer el amor a la pata coja, si es el gusto,
ni comes, ni dejas comer sandías en el rincón más abrupto de la luna,
ni bebes, ni dejas beber el mosto dulzón, caliente de las uvas en Abril.

Vas cosiendo los harapos de tus muecas a la sombra de este nombre
que no es nada y nada esconde, nada trueca por derivar el pronombre NOS,
de plural a singular.

Mientras tanto las baladas de Mark Knopfler se deslizan por las rejas
de esta vida en NOS tan plena.
Lo siento por vos, O´Hara, el ocaso y la colina forman la figura exacta,
¿ qué tal un Clark Gable como límite al teatro?

Si permites, hay unos cuantos dedos que apoyan la fuerza de la sonrisa.
Y los quiero.
Necesito las líneas abiertas sin fonos colgando hipos a las luces de Montmartre.



Hola Concha amiga, encuentro este poema de hace tiempo y como en todos los tuyos encuentro originalidad y cercanía, esos ni comes, ni haces, ni bebes .... tan cotidianos, pero también esa nostalgia de películas y actores antiguos, o el sonido de la guitarra de Mark Knofler junto a las luces de Montmatre.
¡Qué delicia, amiga! ¡qué gustito leerte este domingo templado de Madrid y con una ciática que se resiste a abandonarme!
Un besazo por este momento.