Editorial Alaire

José Manuel Sáiz escribió:COSAS QUE IMPORTAN


Ustedes no saben
de qué manera coinciden en el tiempo
las prioridades y expectativas de los hombres.
No imaginan hasta qué punto se asemejan entre sí
las generaciones que se suceden,
y cómo formamos parte de una ruleta
que se va dejando por el camino
el valor de lo que importa.

.........Hubo un tiempo y una edad
.........de una adolescente felicidad impuesta:
.........de veranos luminosos, de tardes con amigos,
.........de nombres grabados en un árbol.

.........En ese tiempo
.........yo sabía cosas que fui olvidando poco a poco
.........en el almanaque amarillo de las décadas:
.........bailar la peonza, destripar un lagarto; pedalear,
.........veloz, sin manos.

.........Sin embargo,
.........el transcurrir de los decenios me fue enseñando
.........la naturaleza de aquellas otras cosas que un día
.........me vendieron por sensatas y de provecho:
.........a resolver un problema inútil,
.........a hipotecar en vano mi palabra,
.........a decir no de antemano; a dar
.........un beso sin amor.

........Con los años me fui olvidando
........de todo lo que realmente importa,
........y aprendiendo aquello que hoy sé
........carece de importancia.

........Si a partir de los cincuenta
........no se consideran importantes
........aquellas primeras vivencias -aquella feliz trascendencia-
........será porque tal vez, nunca hayamos sido jóvenes
........o lo hayamos olvidado,
........o puede que el mundo nos haya tratado
........injustamente.
........(También pudiera ser
........que aún llevemos dentro de los corazones
........la savia de aquellos tiempos).

No renuncio a ser de nuevo
aquel joven con alas en los labios.

(¿Alguien de ustedes quiere jugar conmigo
un ratito a la peonza?).


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José Manuel Sáiz escribió:¿Alguien de ustedes quiere jugar conmigo
un ratito a la peonza?

Sampedro Lobo escribió:Mirar a la vida desde la inocencia, José Manuel, ir por los caminos sin otra ocupación que andar por los minutos y aprender y sorprendernos de todo lo que nos sucede. Sobrevivir sin malicia, sin otra ambición que ocupar nuestro espacio y crearnos un puesto en la manada y casi siempre esperar a que otros nos salvaran de nuestras tragedias hasta que nos damos cuenta de que ahora somos nosotros los que hemos de enfrentarnos a las debacles, a los dramas, a la pura realidad y que debemos hacerlo sin apenas ayuda.

Hermosa reflexión, poeta, hermosa manera de contar sus sentimientos.

Gracias.

María de la Cruz Díaz escribió:Querido Manuelito, no sé jugar a la peonza, pero te aseguro que te haré barra y hurras por las veces que la hagas bailar en mi mano...jaaaa. Creo mi buen amigo que todo depende de uno, pese a cualquier experiencia de vida si uno decide sentir esa inocencia lo hará, el niño jamás muere, espera calladito que le inviten a jugar.

Besos

Maricruz

Pilar Morte escribió:A mi marido no le gusta la poesía, pero le he leído la tuya y le encantó, dice que subraya todo. Ya ves, esta vez estamos de acuerdo, ja, ja.
Me alegra mucho leerte
Abrazos
Pilar

Liz Barrio escribió:Uff, precioso. Bravo poeta, me gustan la cadencia, la elocuencia en estos versos, esa paz y armonía que van entrando suavemente al alma con esta lectura. Efectivamente, no perdamos la capacidad de asombro que los niños tienen. Volvamos, recordemos, vivámoslo de nuevo.
Aplausos y un beso para ti,

MarRevuelta escribió:No renuncio a ser de nuevo
aquel joven con alas en los labios...qué bonito!


Renunciar es rendirse y rendirse es morir un poco. Tu poesía esta muy viva y nos trae recuerdos de un tiempo, que como bien dices, es más distente en el tiempo que en los sentimientos. Besos