
La escritura del cielo -una burda pizarra de plegarias-
que dios custodia de la noche al día
Es un trozo de tiempo que naufraga bajo pálidas flores
que caen con rumores de agua a líquido descenso
Yo arraigo la maraña de secretosque llevo a canícula y polvo
Bajo la flor se respira silencio-una pausa que vomita descanso-desde la cotidianeidad que entorpece la callecuando sopla ceniza desde el sur