Editorial Alaire

TOCAN LAS CAMPANAS A FIESTA

Tocan las campanas a fiesta
-voltean y voltean-
Y yo, con toda mi tristeza
Detrás de la procesión
De murta y niños,
Me agazapo en el gris del cielo.

La calle envejece igual que mi abuela,
Y el pueblo es un desconocido
Sin malos nombres ni memoria,
y el ritmo de la Historia se pierde
como un rumor que no tiene dueño.

Se tiñen de añoranza
las piruetas de los badajos,
y las tardes de fiesta
cada día están más vacías:
yo redoblo las esquinas
de otro tiempo, de otra luz,
de otra gente…

Me gustan las campanas ( me recuerdan la infancia), y me gusta tu poema
Abrazos
Pilar

Enorme carga de sentimientos en este poema. Resalto el final. Me ha gustado mucho. Saludos


"yo redoblo las esquinas
de otro tiempo, de otra luz,
de otra gente…"

Mucha nostalgia resuena en ese aromático y mediterráneo repique.

Un beso.

Marcos

Me ha encantado, Amparo, cómo expresas ese momento de dejación y de añoranza. Tiene una atmósfera especial este poema y consigues que nos introduzcamos en ella.
Un abrazo.
Julián Borao

Estimada Pilar:
ciértamente las campanas traen un gusto de infancia, de esa infancia en que todo lo que nos circunda cala en lo que posteriormente seremos.
Las campanas con su personal lenguaje, son todo un cúmulo de sensaciones.
Saludos desde este Mediterráneo plorón.
Amparo

Un poema rebosante en la nostalgia de aquella patria, la única y verdadera, "la patria de la infancia".

Un poema entrañable, querida amiga.

Un abrazo.

Las palabras se me agolpan a las puertas de cada toque de campana... que no soy capaz de decir nada más.
Saludos.
Amparo.

Estimado Marcos:
repica el Mediterráneo sempiterno sobre mis días enfermos de nostalgias, que es de lo único que uno eternamente se adolece.
Saludos.
Amparo

Me ha encantado este poema evocador de recuerdos de la infancia.
Un placer leerte, Amparo

Mi abrazo

Me ha encantado este poema evocador de recuerdos de la infancia.
Un placer leerte, Amparo

Mi abrazo

Es un halago ese encantamiento tuyo por mis versos.
De vez en vez, uno enferma de añoranza y no hay remedio posible; sólo cabe verter el tiempo en versos dolientes.
Saludos desde este Mediterráneo con intermedios de lluvia.
Amparo

Estimadísimo Ferreiro:
ciértamente la infancia es la única patria posible, porque es en ella donde habita el corazón.
Con los años me voy poniento más "cursi".
Saludos desde este Mediterráneo con intermedios de lluvia.
Amparo

Precioso Amparo, las imágenes nos hacen regresar a tiempos pasados que simpre perduran impregnados de nostalgia. Ya no es nada lo que era...o tal vez, lo vemos con otros ojos. Besos.

Precioso, Amparo, precioso. Que poema más bonito. Me gustan los poemas que leo con sencillez y que llegan al crazón... y éste lo he sentido así.
Un abrazo.
J. manuel