Editorial Alaire

"Un olor tiene alma de recuerdo"


Olores y aromas



A veces un aroma nos asocia al olerlo
un recuerdo perdido en la niebla del tiempo,
lo fugaz de un instante, el detalle inconexo,
una chispa que salta del calor de lo eterno
como el hilo invisible que te uniera en secreto
de tu vida pasada a un preciso momento.

El olor de la hierba suspendido en el viento
al segarla el labriego de mañana en el huerto,
un jabón en las manos de perfume discreto
evocando al chiquillo que llevamos aún dentro,
la corteza dorada de aquél pan siempre tierno
que emanaba reflujos con sabor de alimento.

Las castañas asadas al amor del brasero
calentando las manos aquél lejano invierno,
del aroma a manzanas, de patatas al fuego,
del tufillo a bodega con el mosto fluyendo,
los efluvios de tierra calentada sin duelo
y después sorprendida por el fuerte aguacero.

Bolas de naftalina de un armario ropero,
conservando dos trajes, perdurando silencios,
el olor del tomillo, de la flor del romero,
el aroma de mieles cuando estalla el almendro,
la matanza adobada en el viejo caldero,
o el hervor incansable de un cocido casero.

Olvidadas fragancias de una piel en los dedos
con temblores de escarcha, con ardores de fuego,
con la nariz abierta al jardín de los sueños.
Nos perturban el alma, nos remueven por dentro
los deseos, las dudas, los retazos dispersos
de añoradas esencias con guiños de misterio.

Mil olores amables, intangibles, perfectos,
liberando la mente, penetrando en el cuerpo
con el gusto agridulce del olor del recuerdo.
Son imágenes vivas, los más bellos reflejos
alumbrando memorias de un espejo convexo.
Hay veces que un aroma tiene el sabor de un beso.





Mario.

Mario Martínez,

Presente
en este mundo maravilloso
de olores y aromas...

Volveré


Un abrazo fuerte, querido amigo

Gracias Ricardo, me alegra que el poema te haya gustado, querido amigo. Un fuerte abrazo.
Mario.

Mario Martínez escribió:"Un olor tiene alma de recuerdo"


Olores y aromas



A veces un aroma nos asocia al olerlo
un recuerdo perdido en la niebla del tiempo,
lo fugaz de un instante, el detalle inconexo,
una chispa que salta del calor de lo eterno
como el hilo invisible que te uniera en secreto
de tu vida pasada a un preciso momento.

El olor de la hierba suspendido en el viento
al segarla el labriego de mañana en el huerto,
un jabón en las manos de perfume discreto
evocando al chiquillo que llevamos aún dentro,
la corteza dorada de aquél pan siempre tierno
que emanaba reflujos con sabor de alimento.

Las castañas asadas al amor del brasero
calentando las manos aquél lejano invierno,
del aroma a manzanas, de patatas al fuego,
del tufillo a bodega con el mosto fluyendo,
los efluvios de tierra calentada sin duelo
y después sorprendida por el fuerte aguacero.

Bolas de naftalina de un armario ropero,
conservando dos trajes, perdurando silencios,
el olor del tomillo, de la flor del romero,
el aroma de mieles cuando estalla el almendro,
la matanza adobada en el viejo caldero,
o el hervor incansable de un cocido casero.

Olvidadas fragancias de una piel en los dedos
con temblores de escarcha, con ardores de fuego,
con la nariz abierta al jardín de los sueños.
Nos perturban el alma, nos remueven por dentro
los deseos, las dudas, los retazos dispersos
de añoradas esencias con guiños de misterio.

Mil olores amables, intangibles, perfectos,
liberando la mente, penetrando en el cuerpo
con el gusto agridulce del olor del recuerdo.
Son imágenes vivas, los más bellos reflejos
alumbrando memorias de un espejo convexo.
Hay veces que un aroma tiene el sabor de un beso.





Mario.

Me gustó compartir estos aromas, recuerdos...uno de los poemas, de los que te he leído, que más me han gustado...tiene versos magníficos que iba a subrayar, pero no quiero dilapidar el poema...el final es muy bueno, pareciera quedarte impregnado en la mejilla ese sabor del beso al acabar la lectura....un afectuoso abrazo, amigo.

javi

Gracias Javier.

es uno de los poemas, de los que te he leído, que más me han gustado...tiene versos magníficos que iba a subrayar,

A mi también es uno de los que más me gusta.
Habrá algún purista que pueda argumentar que existen demasiadas asonancias en las terminaciones, pero están puestas a posta, quizá quise dejar ver la musicalidad que se puede alcanzar con ellas algunas veces.
Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Mario.

Los olores nos regalan todo un mundo.
Un mundo tan personal, que se conjuga con el tiempo para llevarnos a engaño de nuestra propia edad.
De repente un olor a madera, un perfume lejano de papá, olor a tierra o a verdura de campo abierto por la ventanilla... y ya estamos en la niñez.
Saludos desde este Mediterráneo lluvioso en un septiempre primerizo.
Amparo

Empieza bien y termina estupendamente. Un placer transitar tus versos.

Saludos desde este Mediterráneo lluvioso en un septiempre primerizo.

Hola Amparo. Suerte tú que tienes siempre el mar a flor de mirada, amiga mía.
Me alegra que te haya gustado. Un fuerte abrazo.
Mario.

añoranza con imágenes hermosas, el último verso perfecto para concluir el
epicentro del poema

te aplaudo con admiración Mario


.

Hay tanto por beber, Mario. Hay tantas cosas hermosas en tu palabra. Exquisito querido amigo. Se embriaga el alma.

Abrazos y muchas gracias por compartir

Gracias Juan.
De olores y aromas están hechos los recuerdos, amigo mío, para bien o para mal.
me alegra que te haya gustado. Abrazos.
Mario.

Y sí amigo Mario, los olores nos llevan a pasear por el recuerdo, a menudo en una carroza de melancolía, pero siempre con un andar dulce. La forma que tienes de rimar, de encadenar los versos, yo no podría hacer eso, te admiro. Me ha encantado Mario, te mando un abrazo grande.

Con los olores podemos volver a vivir infinitas veces. Hermoso poema con tu maravillosa voz
Abrazos
Pilar

Gracias Alonso, amigo mío, me alegra que el poema te gustase.
Recibe mi abrazo.
Mario.

Me ha encantado este poema. El olfato es el sentido que más despierta la nostalgia y tu poema es un ejercicio de nostalgio muy emotivo.
Me ha encantado leerlo.
Felicitaciones y un fuerte abrazo
Joan