Editorial Alaire

La lluvia nos sorprendió,
Caía de manera violenta y
torrencial.
Resbalaba por la aceras,
escurría por las marquesinas.
Fue un río por la pendiente.
Ni un alma en la calle,
y luces en la plaza.

Con que ganas
la lluvia nos salpicaba en el portal.
El alcorque de los árboles disfrutando,
anegándose.

Mi boca en tus labios,
mi mano bajo tu falda…
Realidad de lluvia, indice y cereza,
de senos y diluvio de espasmos bajo tu saya
Con que furia, la lluvia apagó tus gritos.
Fiera lluvia de Badalona a Barcelona

En el temporal, que cedía...
recuperamos nuestro respirar.
Fue entonces, que nuestros oídos
se enteraron, del sonido de los grillos,
y aspiramos el aroma de la tierra.

Nos sentimos: calle limpia, adoquinada,
viento fresco,
memoria, amor con lluvia... portal y esquina.
Mojados y marginales,
nos sabíamos, tregua tras la lluvia.

Después nos fuimos por esas callejas y
no nos vimos más.

Un poema que se detiene en la anécdota y en las sensaciones que la rodean. Suena fresco (¿será por la lluvia?) y de una impecable naturalidad. Lo he disfrutado.
Un abrazo.
Julián Borao

julián borao escribió:Un poema que se detiene en la anécdota y en las sensaciones que la rodean. Suena fresco (¿será por la lluvia?) y de una impecable naturalidad. Lo he disfrutado.
Un abrazo.
Julián Borao

Hola Julian el que lo hayas disfrutado, me hace sentir bien

Recibe un afectuoso saldo y un abrazo.