Editorial Alaire

-¿Por qué no pruebas?, en serio, ¿por qué no lo intentas?

Sólo es un libro.

Ábrelo, disfrútalo, báñate en sus páginas, deja volar tus pensamientos.

No sé a qué viene tanto miedo y tanta angustia.

¡Así te pasarás la vida! Indeciso, inseguro, dependiente.


-Precisamente lo que tus palabras dicen es lo que me atemoriza, Manumiso.

Probablemente si abro el libro, dejaré de ser tan indeciso, tendré menos inseguridades, y por

supuesto, dependeré únicamente de mi mismo.

¿Estoy preparado para eso?


-No lo sé.

Abre el libro.

- ¡Abre el libro!
Buen consejo.

Y una vez abierto, léelo.

Un beso.

Marcos

Muchas gracias por vuestros comentarios.
Un beso para los dos.

Y mientras lo lees disfruta.
Me gustó, un abrazo, Maria.

Mario.

Hola Mario, es un placer para mi que te haya gustado, de verdad.
Y gracias por el consejo, intento disfrutarlo, lo intento.
Muchas gracias de nuevo.
Besos.

Estos breves relatos dialogados que nos dejas, María, como el extraordinario "Inesperado día gris" (¿se titulaba así?; aquí vuelves a jugar con los nombres de los personajes, Manumiso, en un claro acierto estílistico, en mi opinión), me parecen francamente buenos. Consigues un final que se apropia del cuento y lo embellece, le confiere un aura de verdad, tal vez nos devuelve por un instante a la niñez.

Muy bueno.

Un abrazo,

Esteban

Esteban, qué gran sonrisa acabas de provocar en mi cara.
Me siento muy alagada, de verdad, mil gracias.
Me encanta que califiques de extraordinario "Inesperado día gris", no se si se merece ese adjetivo, pero me alegra muchísimo que te gusten mis breves.
Gracias otra vez.
Un abrazo fuerte.