Editorial Alaire

Es justamente entonces,
cuando el silencio clama,
cuando la vida duele,
cuando la noche calla.
Es justo en ese instante cuando más te echo en falta.

Se arremolina el viento
de la pena y estalla
melancólica y triste
la soledad del alma,
se abren rojas corolas
de amargura y derrama
sobre mí sus esencias la temida nostalgia.

Entonces pido al sueño
que en la negrura danza,
que no convierta en hielo
el llanto de la almohada
sin que tu dulce sombra de donde vive salga.

Y apareces difusa
sobre estelas de nácar
que la Luna ha perdido
al vagar por la estancia.
Y te noto sembrando
de tibieza mi cama
en un acto imposible que apetece mi gana.

Y te quedas conmigo,
y apaciguas mis ansias,
son mis manos las tuyas,
mi locura tus alas,
y un placentero goce solitario me embarga.

Luego todo se esfuma,
vuelve terca la escarcha,
tu angelical figura
se disuelve en el alba
con la inquieta premura
de un silente fantasma.
Soy de nuevo consciente de tu muerte temprana.



Mario.

Nostalgia de la amada, de su roce, de su aliento.

Me han gustado tus versos de amor, Mario.

Un abrazo, amigo mío.

Marcos

espero Mario que no sean muchas las madrugadas que inspiren estos hermosos cantos melancólicos.

de ser así, mejor que puedas plasmarlos con belleza.


san armilo b.

Soledad y amor impregnan el poema, donde el lirismo más puro se hace presente. Es placentero seguir tus versos.
Abrazos
Pilar

Precioso. Es un gusto muy grande leer versos tan hermosos y con un contenido exquesito. Un beso para ti, Mario.

Gracias, Marcos.
Es tan sólo un poema, amigo mío, pero la sensación de pérdida de la persona amada me lo inspiró, debe ser terrible perder a quien quieres, más si es al principio.
Me alegra que te gustase. Un abrazo.
Mario.

Es justamente entonces,
cuando el silencio clama,
cuando la vida duele,
cuando la noche calla.
Es justo en ese instante cuando más te echo en falta.

bellas letras
un abrazo amigo

Mario Martínez,

La ausencia entrega
tristeza
o buenos recuerdos
esos- los buenos- hay que buscarlos
para compensar
los malos momentos


hermoso poema, querido amigo

Un abrazo fuerte

Mario Martínez escribió: Es justamente entonces,
cuando el silencio clama,
cuando la vida duele,
cuando la noche calla.
Es justo en ese instante cuando más te echo en falta.

Se arremolina el viento
de la pena y estalla
melancólica y triste
la soledad del alma,
se abren rojas corolas
de amargura y derrama
sobre mí sus esencias la temida nostalgia.

Entonces pido al sueño
que en la negrura danza,
que no convierta en hielo
el llanto de la almohada
sin que tu dulce sombra de donde vive salga.

Y apareces difusa
sobre estelas de nácar
que la Luna ha perdido
al vagar por la estancia.
Y te noto sembrando
de tibieza mi cama
en un acto imposible que apetece mi gana.

Y te quedas conmigo,
y apaciguas mis ansias,
son mis manos las tuyas,
mi locura tus alas,
y un placentero goce solitario me embarga.

Luego todo se esfuma,
vuelve terca la escarcha,
tu angelical figura
se disuelve en el alba
con la inquieta premura
de un silente fantasma.
Soy de nuevo consciente de tu muerte temprana.



Mario.

"se abren rojas corolas
de amargura y derrama
sobre mí sus esencias la temida nostalgia."

Un poema que da en el centro del corazón, Mario. Bellísimo, como siempre.

Besos.

Un ritmo armonioso y delicado tratando un tema amoroso con una gran elegancia. Los versos fluyen suavemente por los ojos y la mente del lector. Me ha gustado mucho Mario.

Un abrazo.

J. Manuel

Hola Armilio.
Yo también lo espero, amigo mío, aunque alguna madrugada hay, no creas.
Gracias y un abrazo.
Mario.

La soledad es hermosísima, igual que las ausencias, porque tú haces que lo sean en tus estupendas letras. Felicidades.
Un saludo.

Gracias Pilar, me alegra que te haya gustado este poema de ausencias. Un abrazo.
Mario.

Gracias Mar, por tus palabras, me alegra mucho que te haya gustado. Un fuerte abrazo.
Mario.

Armonía, elocuencia y finura. Un cierre espléndido.
Abrazos para ti,