Editorial Alaire

Hoy extiendo las manos,
sus líneas diferentes al paso de los días,
esos montes ocultos que descifran deseos,
y vuelven al camino por miedo a perderse.

¿Dónde reconocerme?
guardada la raíz (el manto que encerró
la ardiente melodía al infinito),
cubrieron de escamas las semillas azules,
succionando el sueño a la mirada
para evitar el brote adolescente.

Tuve que caminar con tules incoloros,
alejada del fuego que anidaba en los pàrpados,
al son de otros recuerdos y rosarios en cruz.

Cautiva en la bóveda,
protegida de la luz que ciega a la paloma virgen,
me olvidé -desangrado el caballo-
del tallo de las rosas, su perfume,
y supe tarde, que dentro hacía frío,
mientras fuera los templos perseguían quimeras.

Pilar Morte escribió:...¿Dónde reconocerme?...

En los recuerdos, Pilar, en los recuerdos; ellos te hablarán de ti...

...Y te dirán que eres poesía.

Un beso.

Marcos

Pilar Morte escribió:Hoy extiendo las manos,
sus líneas diferentes al paso de los días,
esos montes ocultos que descifran deseos,
y vuelven al camino por miedo a perderse.

¿Dónde reconocerme?
guardada la raíz (el manto que encerró
la ardiente melodía al infinito),
cubrieron de escamas las semillas azules,
succionando el sueño a la mirada
para evitar el brote adolescente.

Tuve que caminar con tules incoloros,
alejada del fuego que anidaba en los ojos,
al son de otros recuerdos y rosarios en cruz.

Cautiva en la bóveda,
protegida de la luz que ciega a la paloma virgen,
me olvidé -desangrado el caballo-
del débil tallo de las rosas, su perfume,
y supe tarde, que dentro hacía frío,
mientras fuera los templos perseguían quimeras.

Pilar, me encantó el poema.

'supe tarde, que adentro hacía frío'

ese verso resume tanto, tanto, tanto!!! te 'veo' a través de este poema, supongo que también entiendo la tristeza y su raíz.
Un abrazo, Luna.-

Hoy extiendo las manos,
sus líneas diferentes al paso de los días,
esos montes ocultos que descifran deseos,
y vuelven al camino por miedo a perderse. (estraviarse)

¿Dónde reconocerme?
guardada la raíz (el manto que encerró
la ardiente melodía al infinito),
(se cubrieron) cubrieron de escamas las semillas azules,
succionando (succionándole) el sueño a la mirada
para evitar el brote adolescente.

Tuve que caminar con tules incoloros,
alejada del fuego que anidaba en los ojos, (párpados)
al son de otros recuerdos y rosarios en cruz.

Cautiva en la bóveda,
protegida de la luz que ciega a la paloma
virgen, y me olvidé -desangrado el caballo-
del débil tallo de las rosas, su perfume,
y supe tarde, que dentro hacía frío,
mientras fuera los templos perseguían quimeras.



Pilar, el poema es maravilloso. A mi juicio, habría que limarle algún fallo en el ritmo de endecasílabos y alejandrinos que rige esta obra, como la asonancia: incoloros y ojos.
El la última estrofa bastaría con pasar (virgen) al siguiente verso y eliminar (débil)

Es una apreciación desde lo que sería un poema en verso blanco, pero tú eres dueña del poema.

Un placer.

Interesente y bello poema. Un gusto leerte. Mis aplausos, compañera.

Marcos de la Mancebía escribió:

Pilar Morte escribió:...¿Dónde reconocerme?...

En los recuerdos, Pilar, en los recuerdos; ellos te hablarán de ti...

...Y te dirán que eres poesía.

Un beso.

Marcos

Gracias, Marcos, por estar siempre y por dejar la huella de tus palabras
Un abrazo
Pilar

Estimada poeta Pilar: con gran placer y admiración he leído su interesante poema, muy poético y con un transfondo humano importante recorriendo cada verso.


Un beso


javier

Esa es la gran pregunta: ¿dónde reconocerse?

Un buen poema para el disfrute y la meditación.

Un saludo, Max.

Luna de Nos escribió:

Pilar Morte escribió:Hoy extiendo las manos,
sus líneas diferentes al paso de los días,
esos montes ocultos que descifran deseos,
y vuelven al camino por miedo a perderse.

¿Dónde reconocerme?
guardada la raíz (el manto que encerró
la ardiente melodía al infinito),
cubrieron de escamas las semillas azules,
succionando el sueño a la mirada
para evitar el brote adolescente.

Tuve que caminar con tules incoloros,
alejada del fuego que anidaba en los ojos,
al son de otros recuerdos y rosarios en cruz.

Cautiva en la bóveda,
protegida de la luz que ciega a la paloma virgen,
me olvidé -desangrado el caballo-
del débil tallo de las rosas, su perfume,
y supe tarde, que dentro hacía frío,
mientras fuera los templos perseguían quimeras.

Pilar, me encantó el poema.

'supe tarde, que adentro hacía frío'

ese verso resume tanto, tanto, tanto!!! te 'veo' a través de este poema, supongo que también entiendo la tristeza y su raíz.
Un abrazo, Luna.-

Gracias, Luna, por tu cercanía y el afecto de tus palabras
Un abrazo
Pilar

Luna de Nos escribió:

Pilar Morte escribió:Hoy extiendo las manos,
sus líneas diferentes al paso de los días,
esos montes ocultos que descifran deseos,
y vuelven al camino por miedo a perderse.

¿Dónde reconocerme?
guardada la raíz (el manto que encerró
la ardiente melodía al infinito),
cubrieron de escamas las semillas azules,
succionando el sueño a la mirada
para evitar el brote adolescente.

Tuve que caminar con tules incoloros,
alejada del fuego que anidaba en los ojos,
al son de otros recuerdos y rosarios en cruz.

Cautiva en la bóveda,
protegida de la luz que ciega a la paloma virgen,
me olvidé -desangrado el caballo-
del débil tallo de las rosas, su perfume,
y supe tarde, que dentro hacía frío,
mientras fuera los templos perseguían quimeras.

Pilar, me encantó el poema.

'supe tarde, que adentro hacía frío'

ese verso resume tanto, tanto, tanto!!! te 'veo' a través de este poema, supongo que también entiendo la tristeza y su raíz.
Un abrazo, Luna.-

Gracias, Luna, por tu cercanía y el afecto de tus palabras
Un abrazo
Pilar

Un magnífico poema, querida compañera. ¡Ay, los recuerdos...!

Un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles

Pilar Morte escribió:Hoy extiendo las manos,
sus líneas diferentes al paso de los días,
esos montes ocultos que descifran deseos,
y vuelven al camino por miedo a perderse.

¿Dónde reconocerme?
guardada la raíz (el manto que encerró
la ardiente melodía al infinito),
cubrieron de escamas las semillas azules,
succionando el sueño a la mirada
para evitar el brote adolescente.

Tuve que caminar con tules incoloros,
alejada del fuego que anidaba en los pàrpados,
al son de otros recuerdos y rosarios en cruz.

Cautiva en la bóveda,
protegida de la luz que ciega a la paloma virgen,
me olvidé -desangrado el caballo-
del tallo de las rosas, su perfume,
y supe tarde, que dentro hacía frío,
mientras fuera los templos perseguían quimeras.

Precioso, Pilar. Se te reconoce cada vez más en estos versos.
Besos admirados.

Hermoso Pilar. Se nota tu sello en los versos, esa melancolía que expele cada una de tus palabras. Siempre emocionan tus poemas, en este caso me quedo con la última estrofa me parece sobresaliente.
Un abrazo grande.

Pilar Morte escribió:Hoy extiendo las manos,
sus líneas diferentes al paso de los días,
esos montes ocultos que descifran deseos,
y vuelven al camino por miedo a perderse.

¿Dónde reconocerme?
guardada la raíz (el manto que encerró
la ardiente melodía al infinito),
cubrieron de escamas las semillas azules,
succionando el sueño a la mirada
para evitar el brote adolescente.

Tuve que caminar con tules incoloros,
alejada del fuego que anidaba en los pàrpados,
al son de otros recuerdos y rosarios en cruz.

Cautiva en la bóveda,
protegida de la luz que ciega a la paloma virgen,
me olvidé -desangrado el caballo-
del tallo de las rosas, su perfume,
y supe tarde, que dentro hacía frío,
mientras fuera los templos perseguían quimeras.

"Tuve que caminar con tules incoloros,
alejada del fuego que anidaba en los párpados,
al son de otros recuerdos y rosarios en cruz."

Pilar ... cada poema tuyo que leo siento que te superás a vos misma, lo cual no es fácil porque siempre escribiste de maravilla.
Bellísimo, Pilar!

Besos y aplausos fuertes fuertes fuertes.

Estupenda forma de escribir, compañera, que te aplaudo mucho. Abrazos.