Hay
Publicado: Jue, 20 Ago 2009 23:21
Hay un antes y un después,
una tarde amarilla y alguna taza de café,
olas peinando el mar con espuma
y soles sangrando en un lienzo sin terminar.
Hay noches sin perfume
y cuerpos con perfume que no encuentran su noche,
lunas vestidas de smoking
y estrellas eróticamente desnudas,
brillantes, pero sin brillo.
Existen árboles con frutas doradas,
flores con malas hierbas
y bosques endulzados con chocolate y miel.
Encontramos libros que no dicen nada,
y a quien no le dicen nada los libros.
Golpes de aire acosando ventanas,
ventanas con orgullo, y algo de despotismo,
haciendo de parapeto y frenando al incómodo soplo.
Y existe un ayer, sin tarde, mañana o noche,
y una noche buscando la identidad perdida de su mañana,
la tarde, desmarcada,
intenta huir de su noche y su mañana
pero le faltan dos piezas para cerrar el rompecabezas.
Hay lienzos sin pintura,
pinturas extravagantes sin entintar por falta de lienzo,
es en esos instantes cuando
las lágrimas cristalizan los ojos
y secan las marcas de los labios…,
¡qué pena!
Hay momentos inoportunos
y oportunidades que no se deben obviar,
que no se deben ahogar en las dunas del desierto,
al fin y al cabo,
donde pacen los desiertos, pace la soledad,
la grieta dislocada de una falla en la mente,
si hay pasión, hay dolor, hay añoranza,
una flor en la garganta,
a la espera de ser regada por una lengua enamorada.
…Amor,
hay amor donde no lo pretendemos
y amor pretendido por quien no muere de celos.
Hay pan, más no hay higos,
hay estofado, pero no tenemos vino,
hay corazón ardiente,
pero está más que fundido.
Hay un antes y un después,
¿será verdad que hay una tarde amarilla?
… hay una taza de café,
pero no existe azúcar que la endulce.
Hay…, lo que tantas veces ignoramos.
una tarde amarilla y alguna taza de café,
olas peinando el mar con espuma
y soles sangrando en un lienzo sin terminar.
Hay noches sin perfume
y cuerpos con perfume que no encuentran su noche,
lunas vestidas de smoking
y estrellas eróticamente desnudas,
brillantes, pero sin brillo.
Existen árboles con frutas doradas,
flores con malas hierbas
y bosques endulzados con chocolate y miel.
Encontramos libros que no dicen nada,
y a quien no le dicen nada los libros.
Golpes de aire acosando ventanas,
ventanas con orgullo, y algo de despotismo,
haciendo de parapeto y frenando al incómodo soplo.
Y existe un ayer, sin tarde, mañana o noche,
y una noche buscando la identidad perdida de su mañana,
la tarde, desmarcada,
intenta huir de su noche y su mañana
pero le faltan dos piezas para cerrar el rompecabezas.
Hay lienzos sin pintura,
pinturas extravagantes sin entintar por falta de lienzo,
es en esos instantes cuando
las lágrimas cristalizan los ojos
y secan las marcas de los labios…,
¡qué pena!
Hay momentos inoportunos
y oportunidades que no se deben obviar,
que no se deben ahogar en las dunas del desierto,
al fin y al cabo,
donde pacen los desiertos, pace la soledad,
la grieta dislocada de una falla en la mente,
si hay pasión, hay dolor, hay añoranza,
una flor en la garganta,
a la espera de ser regada por una lengua enamorada.
…Amor,
hay amor donde no lo pretendemos
y amor pretendido por quien no muere de celos.
Hay pan, más no hay higos,
hay estofado, pero no tenemos vino,
hay corazón ardiente,
pero está más que fundido.
Hay un antes y un después,
¿será verdad que hay una tarde amarilla?
… hay una taza de café,
pero no existe azúcar que la endulce.
Hay…, lo que tantas veces ignoramos.