Editorial Alaire

No tengo nada que ofrecerte. Apenas
mis manos y mis ojos. Solamente
un abrazo aunque no lo necesites.

No tengo más que el aire que respiro
y algún te quiero débil en los labios.

El viento se detiene, se hace bruma
y no le sobra una mortalidad
con qué pagar la altura de su vida.

Estoy desnudo como una pregunta
que no tiene respuesta,
completamente abierto como el sur
a todas las llegadas del futuro.

No tengo tierra para la simiente,
ni orilla para el mar. Tan sólo pulso,
tan sólo el roce clandestino
de la fertilidad, sólo el regreso
de par en par para que tú lo cruces...

tan sólo la utopía del amor
que no se apea nunca con la lluvia.

completamente abierto como el sur
a todas las llegadas del futuro

Este verso en particular me ha encantado, por la simpleza y sutileza que encierra.

Un placer detenerse en tus letras.

Arianna

Bueno, para no tener nada que ofrecer... "la utopía del amor" personalmente me parece un gran capital, casi como un reino virgen,no?

Precioso, otra vez.

Un beso, andaluz.

Pues nada Juanmi, como de costumbre, de repesca contigo.
Abrazos marinos, como de costumbre también.