El nido

[Mario Martínez]

Guiada por instintos ancestrales
rozaba con sus alas los cristales
en busca del camino hacia su nido,
su pico golpeaba inútilmente
aquél trozo de muro transparente
en loco y vano intento repetido.

Sabía que a través de esa ventana
había roto el aire esa mañana
mirando de hallar fuera su sustento,
y ahora regresaba de los cielos
llevándoles con mimo a sus polluelos
un poco de ternura y alimento.

En toda su experiencia de anidado,
jamás halló ese vidrio, que hoy cerrado,
le impide sus funciones naturales,
privando del calor y la comida
a dos pequeñas crías desvalidas
que esperan sus cuidados maternales.

Volaba a su pesar, desesperada,
buscando en los tejados nueva entrada
que dentro del recinto condujera,
y volvía de nuevo ¡desdichada!,
allí donde tan sólo su mirada
era capaz de entrar, aunque doliera.

Piaba sin cesar, con insistencia,
y a ratos, ya perdida la paciencia,
forzaba atravesar aquél blindaje;
volando lo más alto que pudiera,
trataba de romper la cristalera
como un pequeño y duro kamikaze.

Se le agotó la fuerza en los intentos,
y de nada sirvieron sus lamentos
delante de los fríos ventanales,
y acurrucó su cuerpo dolorido
en un rincón apenas protegido
del techo de las naves industriales.

Pensó quizá, que al alumbrar el día
de nuevo la ventana se abriría
brindándole el refugio que añoraba,
y si una golondrina soñar puede,
seguro que soñó con las paredes
donde el seguro nido se colgaba.

Pero ese instinto fiel, que en migraciones,
salvó su vida en varias ocasiones,
en esta situación, se la jugaba.
La empresa que se hallaba allí debajo
cerraba para siempre su trabajo
y nadie al otro día regresaba.

Y cómo hablarle a un ave desolada,
tan cerca de sus hijos y alejada,
de quiebras, de despidos o finanzas...
Aquellos que de buena o mala gana
cerraron a su vuelo la ventana,
mataron sin saber sus esperanzas.




Mario.

[Piluca de la Cuesta]

Maravillo poema, de sextetos encadenados, donde todo él es una metáfora de la terrible situación que se vive en la sociedad hoy en día, donde: "tanto tienes...tanto vales".
Un abrazo de:
Piluca.

[Susana Palma]

Precioso, Mario. Un poema lleno de sentido y belleza, que nos abre los ojos un poco más. Me encantó leerte. Mi abrazo

Susana

[Diego Javier Oruña]

Un poema antológico, maestro Mario, que me ha dejado emocionado. Me habría gustado que las desventuras maternales del pájaro hubieran terminado felizmente. El desarrollo narrativo, perfecto, inmaculado.
Muy adecuada la estructura poética que has utilizado: la sexta rima, para encuadrar el tema romántico que la ha inspirado. Perfecta su medida y el cuidadoso vocabulario utilizado, así como el ritmo expresivo de corte clásico y culto.
Mi felicitación más sincera y mi cordial abrazo.


javier

[Mari Luz Arance Saez]

Me ha emocionado este precioso poema, porque de alguna manera me identifico mucho con él.
Me siento como esa golondrina, ansiosa por llevar el sustento a su familia.
A ella le cerraron el paso, a mi me quitaron el empleo.
A ella le mataron las esperanzas, a mi me están quitando la fé en los humanos.
Un beso.

[Marcos de la Mancebía]

Se nota que estamos en crisis.

Así es la vida, amigo mío; una constante fractura de la esperanza. Toca repararla, porque lo importate es que no se pierda

Y me atreveré con una sugerencia: No dejes de pensar en endecasílabos.

Un abrazo.

Marcos

[Mario Martínez]

donde: "tanto tienes...tanto vales".

gracias Piluca, el poema no es de ahora, pero estas situaciones cíclicas re repiten, así que vuelve a estar de actualidad. Un abrazo.
Mario.

[Esteban Granado]

Extraordinario despliegue de competencia poética, amigo Mario.

Un poema que se muestra sencillo en su complejidad, en el que transmites a la perfección esa tremenda sensación de pérdida que a todos nos acomete alguna vez a lo largo de nuestras vidas, a través de un esquema de "efecto mariposa" y un lenguaje directo y delicado a un tiempo.

Un abrazo,

Esteban

[MarRevuelta]

Desarrollar una historia sin perder el sentido en la estructura del poema, hablan de la calidad del poeta.
Has conseguido emocionarme y casi hasta hacerme sentir culpable de las veces que he renegado a causa de la pareja de golondrinas que cada año, anidan en la cornisa de mi casa poniéndolo todo perdido. Ahora lo tomaré con más paciencia, todavía.
Besos.

[Mario Martínez]

Gracias Susana, a veces todos somos golondrinas con apuros parecidos. Me alegra que te gustase el poema. Abrazos.
Mario.

[Mario Martínez]

Gracias Diego

me ha dejado emocionado. Me habría gustado que las desventuras maternales del pájaro hubieran terminado felizmente.

Ya sabes que los finales felices tan sólo ocurren el cine, amigo mío, la realidad es otra cosa y más en esta época de crisis. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Mario.

[Jose Segundo Cefal]

Eres muy bueno. Este poema habla mucho más que cualquier otro que haya leído de ti.
me has dejado sin palabras.
Hoy estoy leyendo poemas muy buenos. Muy alejados de mi entorno pero muy buenos.
El besogrande para ti
José

[Mario Martínez]

Gracias, Mari Luz.

A ella le cerraron el paso, a mi me quitaron el empleo.
A ella le mataron las esperanzas, a mi me están quitando la fé en los humanos.

Todas esas cosas son las que he intentado reflejar en el poema, has captado magistralmente su sentido, amiga mía. Gracias por tu halagador comentario, Un abrazo.
Mario.

[Mario Martínez]

Y me atreveré con una sugerencia: No dejes de pensar en endecasílabos.

Gracias, Marcos, amigo mío, así lo haré, aunque supongo que un día, como todo, también se terminará este intento de plasmar la vida en once sílabas.
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Mario.

[Mario Martínez]

Gracias Esteban, veo que entendiste a la perfección el mensaje del poema, tanto el que se ve como el que no. Un abrazo, amigo mío.
Mario.