Editorial Alaire

Ya no recuerdo su figura blanca, a contraluz.

Como si naciera de tejados infantiles, la aguja miente.

El olor de la tarde se confunde con la memoria del invierno.

Yo conocí antes aquella puerta esmaltada,
sentí bajo su bóveda el aire secular del tiempo.

Son las calles espejos de luz, en las tiendas el aroma
llega cubierto de alelí, madreselva y alcanfor.

Se elevan los balcones con sus trajes de acero,
una lluvia de espadas cae como mercurio sobre la tierra.

¿Has oído el murmullo de los altares?,
¿has sentido la orgullosa presencia del sepulcro?.

Esta ciudad gritó con una cruz en la garganta.

Sus colores llaman a la sangre con mantos de locura,
es la regia sed de la conquista, el designio divino
en sus pétalos de piedra.

"Esta ciudad gritó con una cruz en la garganta."

Ramón, hacés magia con las imágenes. Elegí ese verso pero en realidad son todos destacables, un poema que no tiene desperdicio, de ésos que se terminan de leer y dan ganas de aplaudir a rabiar.


Besos y felicitaciones.

adoro viajar con mi propio cuerpo, pero te aseguro que disfruto mucho también estos viajes abstractos a través de tus palabras.

un placer.

Cynthia Harte escribió:Un poema excelente que,tengo memoria de haberte leído ya.
Una construcción cuidad en su forma y en su decir,donde el objeto lirico :la catedral,evoca en el poeta un sin fin de emociones pasadas y presentes.
La Catedral que se eleva en el publo,testigo de un tiempo y el sentir de su gente.
Signo que no redime,sino que recuerda la opresión del conquistador.
Un poema excelente,de un gran nivel literario.

Que las hadas te acompañen.
Cynthia Harte.
http://letrasyalgomas.com

No es un poema antiguo, Cynthia, aunque contiene lugares comunes a otros que escribí anteriormente. Te agradezco el amable comentario y te mando un abrazo.

Te compraría todas tus imágenes... son muy caras????

Precioso, como siempre.

Un beso,

Carmen

¡Ah, Santiago! (¿porque hablas de Santiago, verdad?). Haces un poema fuerte con espadas de agua y memoria de esmaltes. Me ha encantado.

Un abrazo.

En mi Castilla, las piedras son el alma que perdura a través del tiempo. Recuerdo haber sentido una gran emoción al leer un libro de Llamazares "Las Rosas de Piedra" donde la primera "rosa" era precisamente Santiago. Ahora, al leer tu último verso me he vuelto a emocionar. Gracias compañero.
Besos.

Ramón Carballal,

gracias por presentarlo de nuevo

hermoso en todos sentidos


Un abrazo fuerte

Sus colores llaman a la sangre con mantos de locura,
es la regia sed de la conquista, el designio divino
en sus pétalos de piedra.

cuantas imagenes, excelentes versos y el tema mitico
javier

Aubriel Camila de la Prad escribió:"Esta ciudad gritó con una cruz en la garganta."

Ramón, hacés magia con las imágenes. Elegí ese verso pero en realidad son todos destacables, un poema que no tiene desperdicio, de ésos que se terminan de leer y dan ganas de aplaudir a rabiar.


Besos y felicitaciones.

Eres muy generosa, Aubriel. Te agradezco el comentario y te mando un beso grande.

... Ramón, estimado amigo, nutres bien tus poemas, pues contienen la fuerza de la hondura y la precisión exacta de palabra; como siempre estamos contigo; un saludo; Orión

Hola Ramón

No sé si te refieres a Santiago, amigo mío, tan sólo he estado una vez, y poco rato, así que no puedo deslindar los datos que aportas para compararlos con mi memoria.
Seálo o no, el poema me ha parecido de una fuerza arrolladora.
Un abrazo.
Mario.

carmen iglesia escribió:Te compraría todas tus imágenes... son muy caras????

Precioso, como siempre.

Un beso,

Carmen

jajaja... a mi me basta con que me leas, Carmen, eso si que no tiene precio. Besos.

Ignacio Fajardo escribió:¡Ah, Santiago! (¿porque hablas de Santiago, verdad?). Haces un poema fuerte con espadas de agua y memoria de esmaltes. Me ha encantado.

Un abrazo.

Básicamente es la catedral de Santiago, aunque tiene elementos de otras que visité. No pretendia describir ninguna catedral en concreto sino, de alguna manera, la magia que las envuelve y su simbología. Gracias, Ignacio, por tu comentario. Un abrazo.